Bella postal de Vall de Almonacid, con el pico de la Rápita nevado.
¡Como disfrutaron nuestros amigos
Angel, Martín y Manolo en la ruta por Espadán, con la nieve, y el sol, y las vistas…! Aún
mantengo la expresión de alegría que me mostraron tras descender de la Peña Matoramos , completando la
ruta circular por el barranco de la
Rodana. ¡Vaya sábado más memorable….! En luz y temperatura y
una calma densa… ¡quién lo iba a decir un día antes!
Y es que todo resultó
satisfactorio. Porque al elemento natural -pura magia blanca-, así como el buen
tiempo, se alió el elemento gastronómico en forma de una riquísima “torrá”, que
satisfizo a tod@s. Y gracias a nuestros amigos Elvira y Juan, ya que el marco
del feliz condumio tuvo lugar en
terrenos suyos, casi campestres, en la serrana población de Vall de Almonacid,
a las puertas de la formidable sierra Espadán.
A la hora prevista estábamos
todos sentados en la mesa, con un mosaico de sol alardeando su fulgor en el
escenario de la barbacoa, repleta, la mesa, de todos los ingredientes propios que
concentran la “torrá”, que mostraba un aspecto rico, rico…!!!
Y es que todo lo que aportamos lo
consumimos con notable… equilibrio gastronómico. Eso. No faltó de nada. Fue una
gran “torrada”, asada en su punto, con vinos selectos blancos y tintos,
cervecitas fresquitas… y a los postres, tartas, dulces, licores, cavas…. Todo,
entre un surtido de charlas animadas, jocosas, joviales, divertidas, chistosas
y placenteras.
Como punto final, la foto del
grupo, mientras Espadán lucía sus mejores galas, con sus espléndidas vestiduras blancas,
radiante de luz, bajo un cielo de turquesa, limpio, y alarde níveo por las encrespadas crestas.
A la afectuosa hospitalidad de
nuestros amigos, se unió la de Amparo y Adolfo, que se incorporaron al feliz evento y nos mostraron, muy gentil y
amablemente, su casa. Nada más y nada menos que la casa palacio del siglo XVI,
construida cuando en 1581 Juana Enriquez, condesa de Aranda, recibe la baronía
de Almonacir, con su castillo y demás lugares. Fue el broche de oro de una
jornada sumamente grata entre buenos amigos, rubricada por el estrecho vínculo de la excelente
amistad.
Martín, un magnífico cocinero
¡Que olorcillo más grato...!!!
¿Por donde empiezo?, piensa Angel.
Qué buena pinta...¿eh? Pues estaban exquisitos...!!!
No faltó de nada
...y con buenos cavas...!!!
Nuestro grupo, sonriente y feliz
Un paseo por Vall de Almonacid, y... la casa palacio.
Aspecto nevado del circo del Cullera, durante la ruta de la mañana.
6 comentarios:
Mi querido amigo Luis, veo que has , que habeis tenido una jornada radiante , repleta de naturaleza, amistad y manjares, ricos manjares...desde luego no se puede pedir más...eso es saber vivir la vida a tope, como debe ser... y además sabes que comparto esa forma de vivir la vida. Nosotros el fin de semana que viene, también tenemos quedada montañera que promete, tengo unas ganas.... Si viviésemos más cerca, seguro que compartiríamos senderos. Mi abrazotredecisivo Luis, muy feliz semana.
Tenlo por seguro, amiga SARA, que de vivir más cerca compartiriamos más de una salida... Este sábado fue memorable, pero, como a ti, también me espera otro sábado con agradable ruta y comida tipica en una comarca valenciana... Lo contaré... Hay que disfrutar de los buenos momentos... Los elegimos nosotros y somo los protagonistas especiales de nuestras vidas... Que placer... ¿Verdad?
Besos.
Luis.
Que bonita esta Espadán nevada Luis, es una gozada poder disfrutar durante unos días de este paisaje tan inusual. Muchos somos los que este fin de semana hemos ido allí atraídos como por un imán. Y la torra.....se me hace la boca agua desde aquí.
Saludos
Es verdad, amigo Trotasendas... Espadán está preciosa vestida de blanco... Y había que ir a ella, para tocar la nieve, para pisarla como una alfombra asombrosa... Y... huy la torrá, aún siento su sabor, jejejeje...
Un día perfecto, creo que también llega el olorcillo de la parrilla o por lo menos me lo parece. Besicos.
Hola Luis
Precioso encontrarse Espadan de esta manera, que bueno caminar en estas condiciones que cuando no estamos acostumbrados lo coges como toda una novedad.
Y terminar con este festín que se ve en las fotos, esto ya no tiene precio.
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
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