Tiempo de aceitunas… o de
olivas…. Tanto monta… Tiempo de fríos, de vientos, de mañanas heladas, de
rocíos…. Es el valor que tiene la recolección de este apreciadísimo fruto en mi
tierra, o allí donde se cultiva, en
media España.
Manos expertas, rostros
rastreados por la crudeza de las temperaturas. Las olivas, desprendidas del
pedúnculo, van cayendo a los verdes manteles de las mallas, extendidas sobre el terreno. Se cosecha las
olivas, que ya muestran en su epidermis el adecuado tono de la madurez, morado
o negro, según cultivos.
Hoy, el sacudido, aparte del tradicional “a mano”
u ordeño, se hace de forma mecánica, a base de vibradores. Y dura toda una
jornada, o varias, según la superficie de los campos.
Es el aceite del Alto Palancia
muy aromático, con sabor dulce y suave al paladar, de color verde dorado y unos
niveles de acidez muy bajos. Que lo hacen perfecto para su consumo en crudo,
así como en los cocinados.
La variedad Serrana de Espadán es
autóctona de la comarca del Alto Palancia y limítrofes, en ningún otro lugar
del mundo se cultiva. Nuestros antepasados la eligieron y se cuajó por nuestra
comarca, al considerarla la más apta para este terreno. Y revistió parcelas en
valles y quebradas, en laderas y planicies, al amor de pinadas y alcornocales.
Aceites del Alto Palancia.
Premiados. Valorados. Exquisitos…!!!
Con todo el valor con que se
apreciaba en el Libro de los Salmos.
…Oro líquido!!!
Por las anchas tablas del olivar
se escucha música. Cielos plomizos. Y la sierra alta se viste de blanco. El
glauco tilde de las hojas bailan al son de manos maestras. Y en el lienzo de la
tierra, entre suaves terrones y finas hierbas, se desparrama un ejército de
relucientes perlas.
Y se escucha un canto al amor del
mediodía:
“Demos tiempo al
tiempo:
para que el vaso
rebose
hay que llenarlo
primero”
(A. Machado)
-¿Dónde vas, linda moza, con tu cesta amorosa?
-Voy a ver a mi gente, que varea
desde la alborada y que alegre el trabajo con vino, cordero y ajoaceite.
12 comentarios:
El aceite...ese oro bíblico que sana heridas y unge testas reales. No hay fruto tan estimado como la oleosa oliva, nacida de un árbol con tronco a veces milenario, siempre nudoso y retorcido, imagen de las mil vueltas y heridas que da y deja la vida.
Me ha deleitado el aforismo de Machado, las imágenes, el ambiente retratado.
Un abrazo
Hola Luis, me encantan las olivas sean del color que sean y nuestro aceite de oliva envidia de muchos paises,ya lo decia Machado .
Dimelo a mi que he cojido una semana de vacaciones para coger las aceitunas de mi padre y por aqui en extremadura esta semana corre el aire que corta hasta el cuti de la cara.
Saludos y abrazos Luis
Trabajo duro. Ten por seguro que miraré en los supermercados a ver si hay aceite del Alto Palanca. El que gasto ahora es de la finca Almalech, de nuestra tierra, Salillas (Huesca). Me gusta comprar de lo nuestro.
Trimbolera, si pruebas el de mi tierra, seguirás haciéndolo...Y no es chauvinismo...Palabra.
Un abrazo.
Luis.
Gracias, Rosa. Y a mi me ha encantado la descripción que haces de este árbol biblíco.
Saludos.
Luis.
Pizarro, tu si que sabes.. Y mola mucho... Cuando pruebas ese aceite trabajado minuto a minuto.
Un abrazo.
Luis.
Y tanto Pakiba. Es el mejor. De la tierra que sea. Porque tiene la imagen ancestral. Y gusta mucho. Aunque el nuestro, mimado por las sierras Espadán y Calderona, es le mejor, jejejejeje...
Un abrazo,
Luis.
Como por aquí, salvo cuatro ornamentales, los olivos brillan por su ausencia me resulta curioso tanto lo que nos cuentas como las fotos.
Un abrazo.
Holaaa!!!.. Creo que es uno de los alimentos que más me gustan.. Es más viendo este post me voy a comer unas a tu salud.. Buenas imágenes. un saludillo..
Hola Luis:
Preciosas imágenes.
Una vez que fuimos a Segorbe. Compramos aceite. Beunísimo.
Un abrazo, Montserrat
Estimadisimo Luis, que entrada más sensacional, yo la primera vez que vi recolectar olivas fue en FERMOSELLE, porque por aquí, por mi tierra no se dan, y me gustó mucho, hice unas cuantas fotos de esa gente, que explicas muy bien recolectan este fruto, marcada su piel por la dureza de esas condiciones, había incluso una señorina que tendría 85 años aproximadamente. Me ha gustado mucho recordar aquellos momentos a través de tu maravillosa entrada, acompañada de letras y fotos preciosas.
Mi abrazotedecisivo lleno de nieve y disfruta el fin de semana Luis.
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