Iglesia-fortaleza de San Juan, en Luz
Todos estos espacios contemplados
y relatados en los TRES anteriores
reportajes, tienen su historia, que se
remonta a los Pirineos turísticos en los siglos XVIII y XIX. El objetivo principal
de los turistas, de los viajeros, eran las estaciones termales que les habían
sido recomendados por simpatizantes y médicos.
Todos estos pueblos del Gave se
llenaban de vida de junio hasta octubre. Y nosotros, personajes del siglo XXI,
nos apercibimos de ese ambiente de antaño, a bordo de nuestros vehículos, tan
modernos como las autocaravanas, equipadas con los elementos básicos y el
utillaje indispensable para gozar de unos días inolvidables entre paisajes
inolvidables. Y entre hitos del pasado, como el Pas de l’Echelle, Saint Sauveur, el puente de España,
el puente de Napoleon y, en Luz, la
iglesia-fortaleza de San Juan, construida por los templarios, edificada entre
los siglos XII y XIII. Ante el muro almenado hay un rolde semicircular de tumbas,
con nombres de montañeses, casi ilegibles por el paso de los visitantes y los
efectos metereológicos. Y en la bóveda del pórtico de la torre hay unas
curiosas pinturas bizantinas. Luz es un pueblo alegre, muy dinámico turisticamente, con muchas tiendas
de souvenirs, atravesado por el Gave de
Gavarnie y el Gave de Bastan.
Y de regreso a España, escogimos
la carretera que nos alzó al Tourmalet, a trechos deformada por las recientes
inundaciones que registró los Gave. Arriba, en el puerto, a 2.115 m . sobre el nivel del
mar, uno se apercibe del esfuerzo de los ciclistas. Y paramos para verlo, para
fotografiar sus hitos emblemáticos, en relación con el Tour de Francia. Y para
deleitarnos de los valles y montañas de alrededor, donde una red de rutas te
conducen a los rincones más bellos de esta parte del Pirineo, dominado por el
pico du Midi, una de las grandes atracciones de los Pirineos, a donde se sube
con teleférico en quince minutos. Un complejo formado por un observatorio
astronómico. Tiendas y miradores.
El descenso del Tourmalet es una
maravilla. Pasas por el valle de Campan, lleno de praderas y bosques de abetos.
Cruzas el bonito pueblo de Santa María de Campan, con sus bordas y su carácter
etnográfico.
En ruta al col d’ Aspin, seguimos
maravillándonos de los paisajes que nos ofrecía el Pirineo, con praderas
salpicadas de rebaños de vacas. Y desde el puerto, bastante concurrido de
turistas, como los anteriores, descendimos para enlazar con la carretera que
nos conduciría a España por el túnel de Bielsa-Aragnonet, cruzando la bella
población de Saint.Lary, en medio del valle de Aure, contemplando en la
distancia el colosal cordal de picos que sobrepasan los 3000 m . de altitud, como el
grupo Lustou-Culfreda, que forman la
frontera entre España y Francia, accesibles por bellos valles, como el de
Rioumajou..
Y al llegar a Bielsa, afirmamos Juan y yo que el viaje ha sido fantástico,
memorable. Que vale la pena hacer una escapada de tres días o más a este lado de los Pirineos. Los relatos
terminan aquí. Pero todo lo que he dicho no es nada comparado con la belleza
contemplada y disfrutada “in situ”. Las
palabras no sustituyen a la cadena de maravillas que todo el Pirineo ofrece. El
español y el francés.
Epílogo: Y al pasar por Escalona, “enchufo” internet en mi móvil, y
un colapso de correos y wasaps interrumpen la visión de la colosal Peña
Montañesa. El día que alcancé su cumbre no existían estas servidumbres
tecnológicas. Las aventuras en directo tenían también su “salsa”, sin estar
pendientes del móvil cada cinco minutos. Aunque este “aparatico” hoy es un
compañero indispensable en la práctica del montañismo, como lo son otras
modernas tecnologías, para aliviar el esfuerzo y aquilatar la protección.
Hasta el año que viene….!!!!
Es frecuente ver vuelos de parapente sobre los valles de los Gave
El hotel donde nos hospedamos, en Luz.
Luz está rodeado de bellas montañas, que al atardecer revelan una bella gama de verdes.
El Col del Tourmalet (2.115 m.).
Desde el Col del Tourmalet, vista hacia La Mongie
Pico Midi de Bigorre (2.872 m.)
El Col d' Aspin, otro "coloso" en el Tour de Francia.
El grupo de tresmiles Lustou-Culfreda
Los últimos cordales de los Pirineos Franceses antes de entrar en España.
Acceso al túnel de Bielsa.
4 comentarios:
Mi estimado Luis, ya de vuelta de mis vacaciones que este año han sido extrañas...es un gusto ver tu blog, esas entradas tan bonitas del Pirineo y tan sentidas y bien transmitidas...la del Moncayo y la de tu nuevo libro.
Yo empiezo una nueva etapa de mi vida (que toda mujer pasa si o sí... si llega a estas edades) sofocos, cambios de humor,desarreglos en todos los índices en sangre...en fin un caos de etapa de vida hasta que esto se equilibre un poquito...y después de mi fuerte vértigo todo peor aún....mañana ya comienzo con todas las pruebas y consultas de médicos...menos mal que cogí energía en mi mar del alma para enfrentar esta nueva etapa.
Mi abrazotedecisivo y me ha encantado volver a tu casita. Muacks amigo Luis.
Mi gran amiga SARA, que alegría me das con tu comentario. Pues vuelves. Y espero que haras frente a esa etapa con tu energía y fortaleza suficientes para que
todo sea menos gravoso. son cosas de la vida. Y se pasan. Y se equilibrará, claro que sí. Y quiero verte con tus andanzas y tus abrazos a esos árboles, de nuestros amores.
Besos, amiga Sara.
Hola Luis
Pirineo Español y Francés, dos muy grandes en el mundo montañero, cuanto para poder recorrer y cuantas cimas para poder disfrutar de sus vistas y su altura...
Enhorabuena por este viaje, que seguro que también has recordado cosas de otros años.
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
Mi querido Luis esto si que es un viaje de altura con un pareje de ensueño.
Un abrazo
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