Mi “Cámara viajera” ha estado viajando por Orihuela del Tremedal (Teruel), visitando su sierra y el entorno. Han sido cuatro días de admirar su rico patrimonio paisajístico y cultural.
Los recorridos a pie permitieron conocer una vez más los bellos espacios naturales que atesora la sierra del Tremedal, de descollante altitud aireada por la cota mayor del Caimodorro (1.935 m.). Recorridos exultantes de sombras entre los frondosos pinares, con espacios abiertos por donde se desparraman los espectaculares “ríos de piedra”, formados durante las glaciaciones cuaternarias. De distintas proporciones, hay varios, todos accesibles y de visita obligada por su efecto testimonial en el marco de las curiosidades geológicas de la sierra.
Otro de los atractivos que salpican estos parajes son los “tremedales”, zonas donde el agua se retiene -las turberas-, favoreciendo el crecimiento de plantas acuáticas.
También atraen al visitante los conglomerados rocosos de arenisca roja de Ródenas, cuyas caprichosas formas se elevan entre mantos de jaras, brezos y gayubas. Y como especial hito histórico está el castillo de Peracense, al lado del monte de San Ginés (1.603 m.), de gran impacto visual sobre la perspectiva del pueblo, abajo en el valle, cuya fortaleza se yergue sobre escarpados bloques de arenisca, destacando la torre del homenaje. Todo el conjunto constituye un notable efecto mimético, de idéntico colorido.
Asimismo, en el aspecto geológico la localidad de Chequilla es otro punto de atracción turística en el Parque Natural del Alto Tajo, por las esculturas naturales que tiene en forma de gigantescos bloques de roca arenisca que representan -hay un panel descriptivo- monolitos y torreones de fuerte color rojizo, que se levantan junto a las casas del pueblo, sobresaliendo sobre la peana de los tejados.
También estuve en una visita guiada -gratuita- disfrutando de la “berrea del ciervo” o periodo de celo de estos venados. Es una visita muy recomendada que se celebra en la reserva de Orihuela del Tremedal, este año finaliza el 20 de octubre. Tuvimos desde un observatorio sito entre el pinar, al lado de una pista de tierra, la experiencia de escuchar los fuertes berridos que emiten los machos desde distintos puntos de las pinadas, aún que no pudimos verlos. Si que tuvimos ocasión de ver, utilizando telescopios y prismáticos, a varias hembras deambular por las colinas situadas frente al puesto. La guía fue excepcional, nos ofreció una información muy completa en el museo sito en el pueblo, así como del entorno geográfico durante el trayecto a pie hasta el punto determinado. Espero volver otro año.
Uno queda subyugado por la primorosa panorámica que se observa cuando se alcanza el emplazamiento del pintoresco santuario de Nuestra Señora del Tremedal. Es un lugar magnífico, bañado de un patente signo de espiritualidad, realzado por el marco pinariego que lo acicala, cuyos efluvios realzan el gran encanto de este singular espacio.
Miradores que dominan las vestiduras de los soberbios pinares, una orografía relevante que emerge sobre Orihuela del Tremedal, avistándose, asimismo, lejanas sierras y altiplanicies cercanas con sus rastrojos de oro.
Es el santuario objeto de devoción popular de la Sierra de Albarracín. Su emplazamiento es mágico. El sol del verano se arregosta en el edificio dedicándole sus luminosos requiebros, las nubes lo coronan con sus copos de algodón y las nieves lo visten de blanco como un vestido de novia.
La Virgen del Tremedal recibe honores de su pueblo, Orihuela del Tremedal en septiembre, el domingo siguiente de la festividad de la Natividad. Acuden en romería al santuario, subiendo en andas a la Virgen entronizada en hermoso baldaquín, decorado profusamente de ornamentos florales. Suben por el Camino Viejo, elevándose los romeros entre la pinada y las hierbas aromáticas del monte.
Anexo al santuario hay un centro de interpretación, en la antigua casa del santero. Se ofrece al visitante una completa muestra de publicaciones y documentación sobre la Virgen del Tremedal, así como murales fotográficos, mantos, paneles monográficos, grabados, estampas, litografías, exvotos, etc.
Tradición y paisaje en Orihuela de Tremedal que dejan huella.