
Desde la cumbre de Espadán
atisbo el alma de la sierra,
valles y collados destellan
entre cumbres sin frontera.
El rodeno enrojece su energía,
entre las faustas frondas de la sierra,
brillan los colores con hidalguía
entre coloquios de admiración sincera.
Por los firmes pilares de Espadán
ofrendo mi canto a la sierra,
prodigio natural, estirpe agarena,
primoroso paraíso, regazo a mi afán.
Por sus serpenteantes senderos
se acuñan las pisadas de los caminantes,
enfilan sus rumbos a Espadán,
a la cumbre soñadora, augusta y señera.
atisbo el alma de la sierra,
valles y collados destellan
entre cumbres sin frontera.
El rodeno enrojece su energía,
entre las faustas frondas de la sierra,
brillan los colores con hidalguía
entre coloquios de admiración sincera.
Por los firmes pilares de Espadán
ofrendo mi canto a la sierra,
prodigio natural, estirpe agarena,
primoroso paraíso, regazo a mi afán.
Por sus serpenteantes senderos
se acuñan las pisadas de los caminantes,
enfilan sus rumbos a Espadán,
a la cumbre soñadora, augusta y señera.
