GENEROSOS AMIGOS QUE ME SIGUEN

El Tiempo en Segorbe. Predicción

El Tiempo en Segorbe

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Bellezas enramadas

 
Bejis. Al fondo, Peñaescabia


Benditas tierras del Alto Palancia,
fresco aliento de manantiales y fuentes,
de amaneceres deslumbrantes,
y atardeceres de luces iridiscentes.

Las fuentes cantan sus plegarias,
y el Palancia luce sus risas de plata,
entre choperas de simétrico atuendo,
que al cielo gentiles se levantan.

Venerables fuentes que mis labios refrescan,
como sutiles salmodias de plata,
festejando armónicos rincones,
de florestas con sus banderas desplegadas.

Tierras de bellezas enramadas,
con pueblos de vetusta historia,
recoletos con sus calles y plazas,
recios con sus maravillas almenadas.

Redoblan mis sentimientos
cabalgando entre valles y montañas,
henchidos de luz y fragancias,
como mensajes de amores ciertos.



Jérica


 Altura. Cartuja de Vall de Crist


Vista parcial de Segorbe


HASTA EL 2011

y...

FELIZ NOCHEVIEJA!!!


lunes, 27 de diciembre de 2010

Un año más y van....




...Vaya, ya me veis, con la copita, el cava, el gorrito... Todo porque hoy es un día muy especial para mi... ¡cumplo añitos!

Esos, esos... de la tarta!!!





Es la magia de la Navidad para los Capricornio....!!!


Y para TOD@S  que disfrutéis con el precioso tema de los añitos de Dani Martín:




ja,ja,ja.... ¡me he quitado uno!


BESOS Y ABRAZOS A TOD@S.

LUIS

sábado, 25 de diciembre de 2010

Evocaciones de la alta montaña: El Pirineo




-Luis, ¿qué decides, te vienes con nosotros?

Mientras en la soleada y ventosa mañana de hoy Navidad iba paseando por la Vía Verde de Ojos Negros, recordaba la pregunta que me hizo Amalia en el refugio de Estós, sentados en la amplia terraza, en una noche plácida de verano, constelada de una miríada de estrellas.

-Voy con vosotros, le contesté.

Amalia  tomó mi mano como un gesto de amistad nacido en esa noche tan especial para mí.

Y es que la ascensión que al día siguiente pretendía hacer a los Clarabide, sólo, con ellos, con Amalia, Tomás y Rafael, se extendieron a tres jornadas. Y a las tres míticas cumbres de los Clarabide se sumaron siete más, todas ellas tresmiles. Y sentado en la Torre Armengod, en el borde del cresterío franco-español, mientras veía la progresión de mis amigos por la endiablada cresta de Gourgs-Blancs, sentí una de las emociones más vivas de mi vida como pirineista, en el flanco de horribles abismos. El sol doraba los helados lagos, que brillaban como perlas. Las rocas, el agua, la nieve, las hierbas..., cada elemento ocupaba su lugar, en una armonía perfecta. El silencio era vivificante. Deslumbrantes neveros cubrían los valles, y las agujas de hielo se erigían en fantásticas formas, inundadas de una  luz mágica. Los tresmiles mostraban su imperio, entre un escenario de crestas afiladas. Y me sentía fascinado ante los sublimes efectos de estas montañas. Y es que la naturaleza siempre es bella, con su melodía y misterio.



Sí, la vía verde me despertó mis gloriosos días en el Pirineo. En esta formidable cordillera, desde los valles de Ansó y Echo hasta Nuria,  puse mi corazón, mis ilusiones y mis sentimientos. Muchos amig@s compartieron conmigo estas vivencias. Con Sandra y Grifoll, Vicente, Paco, mi yerno Pablo, Amparo, Jesús y un largo etcétera, entre otras amistades nacidas en el cálido hogar de un refugio o en el regazo de la naturaleza pirenaica.


Como dijo Henry Russell “la naturaleza es algo más que un laboratorio, es un espectáculo y una escuela”. Esta pasión por el sugestivo mundo del Pirineo, donde cada imagen se encastilla hasta el infinito, me regaló la modesta cifra de más de 200 cumbres conquistadas, entre tresmiles. Muchas las hice solo, porque, querid@s amig@s, la soledad es a menudo saludable. Las reflexiones sobre uno mismo son enriquecedoras, contemplando, como dijo el legendario montañero mentado anteriormente “estos inmóviles y prodigiosos colosos, cuya duración y eterna juventud recuerdan en todo momento la insignificancia y fragilidad del hombre”.

La naturaleza es “también una orquesta”. Y en ella sigo moviéndome. Solo y acompañado felizmente de amig@s, de adoradores que la aman, porque “quizás no hay en el mundo ninguna forma de felicidad más perfecta y más fácil de conseguir que la de caminar por las montañas” (Guido Rey).




miércoles, 22 de diciembre de 2010

Parajes mágicos de la Comunidad Valenciana: Los cañones del Júcar


Disfruté!!!

Estos días quise regalarme una de las excursiones mágicas por la Comunidad Valenciana. Con ello inicio una serie de crónicas dedicadas a los parajes más emblemáticos de la geografía valenciana. Aquéllos que, por sus características naturales,  más me han impactado. Y que mejor que aperturizarlo con el río Júcar, con sus impresionantes y profundos cañones.

Este río crea paisajes de gran belleza, inolvidables, formando paredes que superan los 200 metros.

Esta excursión discurre por un aéreo camino construido a mediados del siglo XX con fines hidráulicos. Camino y senda recorren este espectacular desfiladero, donde la caliza recrea fajas policromas, sobre todo colores bermejos, que contrastan con las tonalidades esmeraldas de la corriente  del río. Bosques de pinos se cobijan audazmente bajo los escarpes y congostos de la vertiente opuesta, donde los murmullos del aire parecen vibrar como una sinfonía en el reino del silencio.

Una ruta excelente, donde siempre se vuelve, pues parece llevar al alma a una especie de éxtasis.

Es el Cares valenciano.





domingo, 19 de diciembre de 2010

La vida se ve mejor desde arriba





Y allí, junto a la cruz, en ese lugar mágico, me sentí elevado por las fuerzas de la naturaleza.

Mi relación con ella desde muy joven ha sido constante, y creo que he obtenido los frutos deseados:

-Amarla y describir sus encantos.

-Andar y gozar de las montañas.

-Beber agua de las fuentes.

-Acariciar las flores con sus polícromas túnicas.

-Escuchar los melodiosos  arpegios del reino alado.

-Disfrutar con los besos del sol y de las brisas.

-Sentir el noble abrazo de la amistad.

-Gozar de la orgullosa soledad, del silencio y de la libertad.

-Escuchar la voz de los árboles y de las rocas.

-Paladear los recuerdos imborrables y fortificantes.

-Aspirar el aire purísimo de los bosques.

-Encontrar ese yo que en las ciudades se aleja.

Y…

-…ser Feliz cada día pisando la tierra y “elevándome” con ella, porque la “vida se ve mejor desde arriba”.


Luis G.


sábado, 18 de diciembre de 2010

Entre el dosel de la hiedra



La noche heló el salto de agua. Y en la madrugada una columna de cristal destellaba, resbalando su imagen al lado del camino.




La imagen está localizada en el barranco de Albocàsser, en Benassal (Castellón)

jueves, 16 de diciembre de 2010

Las viejas botas (continuación)



Recorrió el pasillo de su casa. Y mientras miraba a sus botas, escuchaba sus pisadas.

-Que bien suenan sobre los azulejos.

Comprobó que su mochila portaba todo lo necesario para la excursión y abandonó su domicilio. Puso su coche en marcha y salió disparado hacia el punto de encuentro con sus amigos.

-Voy a poner música. A ver… ¿Lady Gaga o Shakira?

Y se decidió por Shakira. Y mientras escuchaba la canción de “Loba”, se dirigió a sus botas:

-Vosotras si que sois lobas.

Una hora de viaje y llegó al área de servicio de la autovía, donde se iba congregando el grupo de amigos.

Les saludó, entraron en el bar y uno de ellos se fijó en las botas.

-¡Qué!,  botas nuevas…

-Ya veis, lo mejorcito del mercado. Son perfectas.

-Eso hay que mojarlo, dijo otro.

-A ver, camarero, una ronda de cafés para todos mis amigos.

-¡Que cafés! , y algo más.
-Pues…, a ver esa tarta,  me la llevo. Nos la comeremos en el almuerzo.

-Muy bien. Así se hace.

Al rato emprendieron el viaje. Abandonaron la autovía media hora después y tomaron una carretera secundaria. Las alondras apeonaban por el ramaje de las carrascas. Siguieron por un camino polvoriento, zigzagueante y estrecho. Y en un recodo, al lado de una pimpollada que enmarcaba el paraje de una fuente, aparcaron los coches.

-Vaya, ese cielo se va aborregando de nubes.

-No lloverá, ya veréis.

-Cuidado,  Antonio. Veas no se te caiga la tarta.

Pero Antonio no tenía ojos más que para sus botas. En sus movimientos trataba de fijar la atención de sus amigos.

-Vámonos ya, dijo uno.

Iniciaron la excursión. Cruzaron un arroyo con las choperas envalentonadas y siguieron por un sendero entre dos murallas de carrascas que abrían sus espadañas briosamente.

-Cuidado, Antonio, con la tarta.

La llevaba en la mano, ya que en su mochila, tan pequeña, no cabía. Se oyó el retumbo de un trueno.

-Vaya, lluvia vamos a tener pronto.

El cielo era un toldo plomizo. Los nubarrones se cernían por la cercana sierra.

-Igual escampa y la tormenta se va por otro lado.

Siguieron ascendiendo por el sendero. El terreno se endurecía a medida que iban ganando altura.

-Chicos, esto se pone mal y no respondo de la tarta.

-Pero Antonio ¿no llevas unas botas bien seguras?

En esto acertaba el amigo. Eran las botas ideales para progresar por un suelo pedregoso, entre un torbellino de enervados arbustos y aliagas.

Pasaron  dos cuervos. Volaban como si fueran a un juicio.

-Esos huyen de la tormenta.

El estruendo de otro trueno, ahora más cercano, puso al grupo en alerta.



-


Preparar los chubasqueros, amigos, que esto se pone negro.

Y no era por las calizas, donde algunas parecían tiznadas, como un mal presagio.

Y empezó a llover.

-Cuidado Antonio, con la tarta, que se va a mojar.

-Tranquilos chicos, que la llevo… ¡Aaaaaaaaaaahhh!!!... ¡Qué me caigo!.

Resbaló, resbaló Antonio al pisar una piedra mojada,  y se fue al suelo… Sus manos quisieron proteger  su cara, pero le protegió la… ¡tarta!


-Ja,ja,ja… pero que cara pones de tarta, Antonio. Todo el grupo se reía de él. La tarta se había pegado a su cara como una mascarilla. Y el efecto provocó la hilaridad entre sus amigos.

-Pero que guapo estás con la tarta, Antonio.

-La culpa la tienen estas botas. Que eran muy seguras me dijo el dependiente …¡ja,ja,ja…!

Antonio se reía como un loco. Se descalzó y tiró las botas con todas sus fuerzas.

-¡Ya no os quiero, botas malditas!, exclamó con furor.

Y se fue corriendo sendero abajo.

-Pero,  ¿qué  haces,  Antonio? exclamaron sus amigos. ¡Que vas descalzo!

-¡No las quiero, no las quiero!, repetía una y otra vez.

-¡Vuelve, Antonio, vuelve cabezónnnn!


martes, 14 de diciembre de 2010

Las norias



Cada vez que encamino el viaje hacia el Maestrazgo de Castellón, me fijo en unos elementos que descienden de la civilización árabe. Me refiero a las norias, que en todo el territorio se les conoce como "les sénies".

La agricultura fue próspera en el asentamiento árabe. Realizaron pozos e implantaron el sistema de las norias de tiro animal. Así, los cultivos tenían agua, crecieron las huertas y prosperaron en los siglos siguientes.

El gran naturalista valenciano Cavanilles, decía: "Se halla el agua a bastante profundidad y taladran la tierra para robarle este tesoro..." Y el escritor Juan B. Simó, en su libro "El Maestrat, para andar y ver", dedica un capítulo a estas ancestrales norias, explicando su composición: "Se componían en su forma primitiva de dos grandes ruedas: una horizontal formada por dos discos paralelos fijos en un mismo eje y unidos en una circunferencia con barrotes cilíndricos en donde engranan los dientes o pivotes de la otra rueda longitudinal que llevaba adosada una cuerda o maroma sinfín con una serie de cangilones o arcaduces que al entrar en funcionamiento la máquina accionada por una caballería, en el pozo salían del mismo llenos de agua".

Hoy muchos de estos ingenios mecánicos permanecen como vestigios del pasado, aunque bastante deteriorados. Otros presiden espacios de recreo, emplazándolos como monumentos.

Las raíces del pasado son un patrimonio actual.


domingo, 12 de diciembre de 2010

Las viejas botas (relato)




En la última excursión por un barranco muy pedregoso las viejas botas no resistieron la tremenda paliza que recibieron. Las gastadas suelas gritaron airosamente ¡Basta! Y decidió comprarse otras. Y fue a esa tienda de deportes tan grande donde venden de todo, donde va casi todo el mundo. La muestra era abundante en el escaparate de artículos de calzado. Una colmada exposición de marcas y tallas. Fue probándose las que más le llamaban la atención. Estuvo media hora y se decidió al final por unas botas de color crema con ribetes oscuros. ¡Estas me gustan!

Al llegar al pueblo lo primero que hizo fue dar una vuelta por los alrededores. Con las botas, claro. Así las estrenó, caminando entre huertas, que la reciente primavera engalanaba con sus matices coloristas. Mirábase las botas complacido, diciéndose ¡He hecho una buena compra! Aunque mintió a su mujer en el precio. “Que va, si no me han costado caras, solo 40 euros, pues estaban de oferta”. No era verdad, le costaron el doble.

Todos los sábados  salía de excursión con un grupo de amigos. Se citaban por medio de internet. Y aún faltaban cuatro días para que llegara el siguiente sábado. En el trabajo pensaba en las botas. ¡Van a ser la envidia! Incluso le apetecía olerlas, le gustaba ese olor que desprenden cuando son nuevas. “Ahora -pensaba- recibirán el olor del monte”.

El amigo bloguero colgó la nueva ruta. Escribió su mensaje diciendo que iba. Era viernes y acostumbraba a prepararse las cosas con tiempo. “Llevaré estos calcetines, son los mejores que tengo”.

Sacó la mochila del armario. Comprobó que contenía el chubasquero, la cantimplora, la gorra… Cogió unos frutos secos, chocolate y algunas pastas para repartir en el almuerzo con  los compañeros. “El bocata me lo preparará  la mujer”. Consultó en internet el informe metereológico y como anunciaba la probalidad de tormentas ese dato no le gustó. Quería lucir sus botas y quería terminar la excursión sin que recibieran ninguna mancha.

Revisó nuevamente lo que tenía que llevar. La ropa, la mochila y…, las botas. Las veía allí, en el suelo de su habitación, con las anillas relucientes y los calcetines al lado.

Se acostó temprano. Y los sueños le acosaron. Soñó con las botas. Tenían alas y volaba con ellas, alzándose por las vertiginosas paredes de las montañas, sobre las copas de los pinos, junto a las águilas… ¡Ring, ring! Se despertó sobresaltado al sonar el reloj. Dio incluso un salto en la cama.  La última imagen que había retenido del sueño era que las botas habían perdido las alas y se precipitaba hacia el suelo. Caía…caía…

-Vaya, no me ha gustado este sueño, se dijo.

Eran las 6 de la madrugada.

-Bueno, después del sueño he vuelto a la realidad.


En efecto, había llegado el momento esperado. Se vistió rápidamente. Se calzó con mimo las botas. ¡Qué bien le quedaban!


Continuará algún día…?



viernes, 10 de diciembre de 2010

Nieblas, rocas y colores




Y llegué a los dominios de las nieblas, que se topaban con las rocas y la vegetación. Se desmelenaban con impresionante antojo, lamiendo como canes golosos y agoreros cortaduras y paredones demoníacos.


Me detuve al lado de un lustroso enebro, y me dije:


-No quiero que me chapotee más la niebla.


Y desistí de trepar por el sendero, por las angosturas de la montaña.


Y ante el mandato de la prudencia, decidí bajar al valle. Las agrestes escarpaduras quedaban arriba. La sierra de Espanaguera había que entrarle con buen pie, en día soleado.




jueves, 9 de diciembre de 2010

De viaje por el Baix Maestrat. Los olivos milenarios de Canet. Y III




Y fresco como una rosa mañanera y con el estómago alegre por la cecina y el jamón, el caminante sigue desarrollando su camino,  mientras observa con paciente tranquilidad los olivos milenarios de Canet lo Roig.

Constituyen un muestrario de olivos con una buena tanda de siglos en sus revestimientos. Partí desde la fuente de la Fontinella. Y el sendero local SL-V 58 me adentró por los parajes de Els Ratxos. Cada olivo milenario me ofreció su majestuosa imagen, sus formas, edad, apariencia…

Hace unos 6000 años que el olivo se cultiva en el Mediterráneo oriental. Se cree que fueron los cretenses, hacia el 2500 a. de C., quiénes lo introdujeron  en sus viajes a la península en busca de estaño y cobre. Se dice que los griegos “ofrecían zumos puros de oliva a sus dioses”.

El cultivo del olivo realizado en el territorio del Baix Maestrat desde tiempos ancestrales, ha dado algunas variedades milenarias, adaptándose al terreno y el clima. Con sus formas anudadas y retorcidas constituye, aparte de aportar una  fuente de ingresos, un admirable recurso patrimonial.

Vaya, disfruté del paseo. El olivar milenario de Canet me cautivó.

Y digo: Ya conozco más mi tierra.

Y os la enseño con total complacencia.










Canet lo Roig


miércoles, 8 de diciembre de 2010

Observo a las olas...

Dedicado a todas las Inmaculadas, Inmas, Conchas... Especialmente a mi amiga Princesa, que hoy ha publicado un emotivo post. Verlo en su blog "Añoranzas".

¡FELICIDADES!


-Buenos días.


La viejecita me saluda cordialmente. Pasea a su perrito junto a la playa. El rumor del mar es suave, melífluo. Está en calma, sosegado, y una brisa revolotea alegre por el arrimadero de las olas, que rompen  sobre el pedregal de la playa. Son piedras pulidas, cantos rodados, donde se acentúan pujantes los tonos blancos y grises.


Observo a las olas, que se desflecan en espumas airosas, brillantes. Chocan con el roquedo y unos hilillos de cristal resbalan fugaces, formando líquidas trenzas.


El sol enfoca sus rayos con pasión. Se pasean por el marjal. Las aves vuelan sobre el espejo de las aguas retenidas, y cuando alzan el vuelo, sus rasgos se recortan entre las líneas del castillo de Sagunto.


martes, 7 de diciembre de 2010

De viaje por el Baix Maestrat. La vieja trilladora-II

 
El viajero, como en todos los viajes,  le gusta extasiarse con las tierras y los paisajes del Maestrazgo,  por donde trajinaron los legendarios personajes de las órdenes militares. Por ello, se adentra al azar por las sendas del tomillo y del romero, de la arquitectura de la piedra seca, de los olivos y de las masías acariciadas por la soledad y el silencio, por si encuentra algo para llevárselo a su zurrón, en la terminología del conocimiento, claro, no se vaya a pensar otra cosa.

Y mira por donde le sale al paso en ruta hacia La Jana, un  espacio recreativo sito en la partida del Carrascal, presidido por un antiguo armatoste,  con su figura ajada y rociada de una pátina herrumbrosa y con más años que Maricastaña. Es un decir, claro.

Me detengo y observo con delectación y sin apresuramientos a una vieja trilladora, que, según me informó un anciano del pueblo, data de principios del siglo XX, o sea, de la década de 1900-1910.

Apunto la identificación de la empresa  fabricante: “Ajuria Vitoria”, número de serie 11T262.

Y aquí publico algunas fotos de este viejo artilugio, convertido en valor etnográfico.

Mientras, sigo mi camino, cantando una antigua copla:

“Ya se va poniendo el sol,
ya hacen sombra los terrones,
se entristecen los patronos
y se alegran los peones”.


Continuará... 



domingo, 5 de diciembre de 2010

De viaje por el Baix Maestrat. Cervera del Maestre-I




El caminante, convertido en caballero andante, desea desarrollar nuevamente un recorrido por las históricas tierras del Maestrazgo de Castellón.

En vez de espada  porta un bastón. Y en vez de un hatillo al hombro lleva una mochilla donde alberga un modesto pero tentador bocata,  enriquecido de cecina y jamón. Y como el frío arrecia en este diciembre que rueda con su danza de tradición, también lleva una bota de vino para entonar debidamente el estómago y las piernas, con cautela, claro, para no perder nunca el rumbo.

Y para ampliar el zurrón de sus conocimientos sobre los pueblos de Castellón y llevando siempre su ilusión a remolque, que es la mejor forma de llevarla, entra en Cervera del Maestre, un pueblo que no conoce.

Y a través de empinadas y estrechas calles, el caminante recorre Cervera. Y se extasía contemplando rincones y callejuelas llenas de encanto, con arte en la reciedumbre de sus piedras, con portadas enfajadas de sillares. Y siempre con la belleza ornamental de plantas y flores multicolores, que convierten el sugestivo dédalo  de calles de este pueblo en un jardín ordenado,  vivo y colorista.

Cervera se encarama por las laderas de un  montículo rocoso, en la sierra de la Vall d´Angel, a 316 m. de altitud sobre el nivel del cercano mar. Vientos montaraces crean un clima sano y soleado. Y en la ancha cumbre se yergue el monumento más emblemático, declarado Bien de Interés Cultural en el año 2003. Se trata de su castillo, cuyo mayor auge correspondió al periodo del dominio cristiano, aunque anteriormente estuvo en poder musulmán. Desde hace unos años está en proceso de restauración.

Tras cruzar la puerta de entrada con su arco de medio punto, subo hasta el amplio patio del castillo, resguardado por lienzos de murallas y torres. La vista es formidable, desde el mar, con las poblaciones de Benicarló y Vinaròs hasta las sierras de Montsià, Els Ports… Desde este estupendo mirador uno tiene la sensación de que vas a echarte a planear como lo hacen los buitres en las cercanas sierras de la Tinença de Benifassà.

El caminante desciende del castillo y va observando detalles que le alumbran alegría callejera: ventanas simétricas, ajimezadas y puertas con arco adintelado y de medio punto…. La iglesia parroquial de la Asunción, su torre-campanario de planta hexagonal y la pequeña puerta con arco de medio punto, por la que se accede con su escalera helicoidal, a la planta superior.

Otro edificio interesante es la ermita de San Sebastián, que es patrono del pueblo. Fue una antigua lonja medieval, albergando un notable salón enseñoreado de arcos ojivales y de medio punto.

Cervera del Maestre bien vale una visita. La recomiendo. En agosto celebra sus fiestas mayores. El pueblo, albo de sol,  sonríe con sus bailes típicos y comunicativos: “la dansa, la jota y carabassa”. Las parejas lucen sus trajes tradicionales. Hay sonidos de castañuelas y la envolvente luz resalta mantones de Manila, saragüells y jupetí.

Continuará...





viernes, 3 de diciembre de 2010

Como caricias de Amistad



Bellas flores, enseñoreando el retablo castizo de mi jardín. Asoman sus cabecitas con sus galas preciosas, sembrando caricias  de amistad, fidelidad y afecto.

Bellas flores, prolífico regalo que entrego a mis queridas damas y seguidoras de este blog, esmaltado de perfumes mensajeros.

De un caballero convertido en trovador.

Luis G.


miércoles, 1 de diciembre de 2010

Vaya, tengo visita




En ruta hacia la cumbre, me senté sobre una roca plana para descansar. Al momento, recibí la visita de una mariquita. Se posó sobre mi pierna derecha y empezó a rondar por ella sin inquietarse de mi presencia. Llegaron tres más y acompañaron a la primera. El sol calentaba al filo de los 1.500 m. de altitud. Me encontraba a gusto viendo los paseos de las mariquitas. De las piernas pasaron a los brazos y el sol destacaba su asombroso colorido, con los reveladores  puntos negros de sus alas. Les hacía fotos como quería, pero no pude conseguir una todas juntas. Al rato, tuve que reanudar la ascensión.

-Hala, pequeñitas, que me voy.

Y como si me hubieran escuchado, emprendieron el vuelo, menos una,  que se puso en mi mano. Entonces, pedí un deseo, y se fue volando, perdiéndose su diminuta figura por el matoso terreno.

Antiguas leyendas dicen que las mariquitas traen suerte, igual que un  trébol de cuatro hojas.

Así que pedí un deseo. Y seguí  caminando por el sendero, donde la luz ponía su huella.

Me parecían ver rosas en la cumbre. ¿Serán las mariquitas?, me dije. Y con enérgicos impulsos  me fui  acercando a mi objetivo.