Pero lo hago porque siempre acudo a él. Mis archivos, mis textos, mis fotos...Siguen aquí, y los visito para recordar, para rememorar viejas andanzas, para ver como el pasado vuelve como el sol de cada día y las noches con sus estrellas.
Y también como amigos blogueros siguen su camino, año tras año... Y los leo. Disfruto haciéndolo. Amigos montañeros, viajeros, senderistas, poetas, escritores... Están ahí, acompañándonos con el caudal de sus palabras sensitiva, como un resplandor invicto de cometas.
Me fui un día. Para no volver.
Pero tampoco vuelvo ahora.
Pero sí. Seguiré leyéndoos. Para recordar, para ver como cae la lluvia, como sutil
remembranza, con su aroma, con el silencio como señera.
Me pongo de pie, para saludaros.