Ayer sábado, al mediodía, el ambiente festivo de Segorbe cristalizó sonoro y navegó dichoso llegando a todos los hogares y rincones segorbinos. Desde la atalaya catedralícia un espectacular volteo de campanas grabó en los corazones de los segorbinos, con júbilo y gozo, el comienzo de las fiestas.
Pero el acto más encantador, solemne y bello se celebró anoche, en el templete de la glorieta del Botánico Pau. Una ceremonia emotiva con la proclamación de la reina mayor de las fiestas y su corte de honor, un tributo y homenaje a las once muchachas encabezadas por Sara García Ordóñez, que representarán a la capital del Alto Palancia en el curso del distinguido ciclo festivo segorbino. En una noche quieta, transparente y colorista, se puso de relieve el testimonio de amor y admiración hacia la mujer segorbina, representada por la gentil hermosura y delicadeza de estas jóvenes, la historia de Segorbe, sus gentes, su idiosincrasia…. Actuó de mantenedor, pronunciando un elocuente discurso, D. Miguel Fresneda López, teniente coronel de la Guardia Civil de Castellón.
Pero el acto más encantador, solemne y bello se celebró anoche, en el templete de la glorieta del Botánico Pau. Una ceremonia emotiva con la proclamación de la reina mayor de las fiestas y su corte de honor, un tributo y homenaje a las once muchachas encabezadas por Sara García Ordóñez, que representarán a la capital del Alto Palancia en el curso del distinguido ciclo festivo segorbino. En una noche quieta, transparente y colorista, se puso de relieve el testimonio de amor y admiración hacia la mujer segorbina, representada por la gentil hermosura y delicadeza de estas jóvenes, la historia de Segorbe, sus gentes, su idiosincrasia…. Actuó de mantenedor, pronunciando un elocuente discurso, D. Miguel Fresneda López, teniente coronel de la Guardia Civil de Castellón.
Unas jóvenes que iban desbordantes con sus galas tradicionales, luciendo sus lindos trajes confeccionados con amor por sus madres, por sus abuelas, robando horas a la noche pero enriqueciendo sus corazones para brindar el arte de la confección a sus hijas, a sus nietas, para que sus paisanos, nuestros visitantes y amigos, cuando las contemplen en sus desfiles presidiendo los actos del apretado programa festivo, exclamen con admiración: ¡Qué majicas están! .
En el terciopelo de esta noche,
noche cálida, calma y serena,
la belleza, exultante,
refulge áurea en el templete
como flor de primavera.
Encantador escenario, perfumado marco
para adornar una Reina,
la Reina de Segorbe, de sus Fiestas;
caudaloso surtidor de ilusión,
llamaradas de amor,
jardín de rosas
de notoria viveza.
A los pies de nuestra Reina, de su dulce hermosura,
se postra Segorbe, rendido y admirado;
los astros del cielo se han quedado quietos
porque en la tierra, en un rincón de Segorbe, de la Glorieta,
luce una nueva estrella,
una mujer adorada, corazón de corazones,
su nombre: Sara.
En el terciopelo de esta noche,
noche cálida, calma y serena,
la belleza, exultante,
refulge áurea en el templete
como flor de primavera.
Encantador escenario, perfumado marco
para adornar una Reina,
la Reina de Segorbe, de sus Fiestas;
caudaloso surtidor de ilusión,
llamaradas de amor,
jardín de rosas
de notoria viveza.
A los pies de nuestra Reina, de su dulce hermosura,
se postra Segorbe, rendido y admirado;
los astros del cielo se han quedado quietos
porque en la tierra, en un rincón de Segorbe, de la Glorieta,
luce una nueva estrella,
una mujer adorada, corazón de corazones,
su nombre: Sara.
Hoy domingo, una hilada de actos deportivos, culturales y musicales adornarán la fiesta. Pero esta noche otro emotivo acto brillará en el jardín de la glorieta, que ostenta el nombre de un segorbino universal, el insigne botánico llamado Carlos Pau Español. La proclamación de la encantadora reina infantil Marta Moya Royo y su corte de honor, formada por trece niñas, que presidirán igualmente las nobles fiestas segorbinas, “la manifestación más rotunda de una comunidad en plena y gozosa paz”, su riqueza, donaire y universalidad. Actuará de mantenedor D. Julio Tormo Ases, periodista y productor de televisión.
Unas fiestas en las que conviven la briosa gallardía del hombre entre toros y caballos y el amoroso encuentro ante el retablo de la Cueva Santa con la simpática y entrañable ofrenda de flores. Entonces, igualmente, los segorbinos, al contemplar este hermoso cortejo de niñas, exclamarán igualmente: ¡Qué majicas están”.