La sierra de Bernia
Mi pasión montañera me hizo
subir… ¡en coche! hasta la cima del Puig Llorença, de 445 m . de altitud. Nada, a
escasa distancia del mar.
Y vaya atalaya, amig@s, con unas
vistas que cortan el aliento.
Fantástico balcón de La Marina. Evidentemente ,
coroné el vértice geodésico, donde se
colaba una brisa marinera. Y la mirada hizo
un recorrido por todas las direcciones. Eso sí, la constelación de
urbanizaciones es enorme, identificando el boom inmobiliario, que cambió el perfil de la costa. Agrupadas en
el valle, en los montículos, entre pinares, al borde de los acantilados…Y
calles, laberinto de enlaces, carreteras y caminos aldeanos uniendo pueblos…
Ahora, lo único que miraba era lo
que me interesaba ver. Seducido, imantado, maravillado… Una atalaya única, que
atrae a muchos fotógrafos…. Y me recreé contemplando al norte el colosal
Montgó, con su grafía berroqueña, ciclópea, como un gigante acostado, con los
pies sumergiéndolos en el mar, configurando el cabo de San Martín.
Asimismo, muy cerca, al este, el
cabo de la Nao , con
el espaldarazo del pinar repleto de urbanizaciones, con la isla del Descubridor
cortejándolo, y, a lo lejos, paseando la
vista por el mar hacia el horizonte… Ibiza, aprovechando la enorme diafanidad
de la atmósfera.
Ya lo dijo Byron: “Prefiero las
montañas para contemplar mejor el mar”. Y admiro ese enjambre de cabos, de
islotes, de arrecifes… que ribetean la
costa, como “timones al viento”. Una atracción geomórfica relevante,
espectacular…
Los extranjeros descubrieron el
paisaje y el clima de La Marina. Y
también el destello de la arquitectura popular, encalada, a través de los
“riu-raus”, el modelo tradicional, con las típicas secciones de arcos formando
la “naya” o galería abierta, donde también se escaldaba la pasa.
Por doquier esas “Cumbres del
sol” visten la tierra uniformada de verdes. Pero mis observaciones se centran
en el éxtasis que se desprende al ver el Cap d’Or de Moraira y el impresionante
Peñón de Ifach, el Morro de Toix, Bernia y la serra Gelada…… Un conjunto de
imágenes mágicas, edénicas calificaría, realzadas por el azul del mar, por ese
velo casi neblinoso que abraza el sol, el Mediterráneo y un paisaje colosal,
hecho de piedra, ardiente ramaje que se enreda por los ojos, jugoso, bravo,
delicado, romántico…
Cuando bajo de la montaña, me
siento en un bar, retrepado en un rincón con cierto aire de aggiornamento y con
vistas al mar. Y mientras pido unos montaditos de bacalao al ajo tostado y un
vaso de vino blanco, pienso que…
… volveré para seguir soñando.
Mar, mar, mar….
y tú, hechizo de
mediodía,
me llevas en
volandas,
por piedras doradas…
para buscar mi diosa blanca.
L.G.
Vértice geodésico del Puig Llorença
El cabo de la Nao, la isla del Descubridor, y, en el horizonte... Ibiza!!
El Peñón de Ifach
La sierra Gelada, el Morro de Toix y Calpe
El imponente Montgó
La población de Benitatxell
El Cap d'Or de Moraira
El Peñón de Ifach, Calpe y la Sierra Gelada
Calpe, el Morro de Toix y la deslumbrante sierra Gelada
5 comentarios:
GRACIAS !!
Preciosas panoramicas...mereció la pena subir, para ver tanta belleza junta.
SAludos.
Hoy me iré a dormir con estas imágenes en mi mente.
Y es que son una maravilla.
Gracias por compartirlas Luis, y tu manera de relatar, hace que tenga la sensación de estar en contacto con la naturaleza.
Un abrazo, Montserrat
Hola Luis, hermosas vistas y tentadoras para ascender a algunas de ellas.
Un abrazo
Espectacular mi querido Luis...yo desde luego no pido nada más....montañas para ver mejor el mar...PRECIOSO...de un lado el mar, maravilloso mar y de otro esas serranias, ese Montgó precioso que recorrí en su día. Me ha gustado mucho este reportaje Luis, mucho.
Mi abrazotedecisivo y disfruta mucho del fin de semana.
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