Nuestro viaje de Navidad ha traspasado las fronteras provinciales, más allá de Morella, donde el genio de la naturaleza remarca su imagen geológica de forma espectacular y sorprendente.
Allí donde esté la belleza vamos a su encuentro. Es nuestro norte. Somos fieles a nuestros propósitos, aunque éstos se encuadren a veces en el rol de la estricta contumacia.
Nuestra brújula viajera se ha orientado hacia un pueblico del Bajo Aragón: Peñarroya de Tastavins.
Un municipio con empaque rural, bello. Atesora una arquitectura rural sorprendente. Juan y yo lo callejeamos detenidamente. Y nos fijamos en sus edificios blasonados, en sus ostentosas balconadas de madera, en sus ricos aleros, en sus arcos de medio punto. Vamos, que disfrutamos como unos cosacos y solos nos faltó bailar de alegría.
Bueno, sino lo hicimos en este hermoso pueblo de Teruel, lo hicimos muy cerca. En Les Roques de Masmut ¡Vaya rocas! ¡Vaya muela!
Unas paredes que rebasan los cien metros de altura, totalmente verticales. Su imagen cautiva. Esas formaciones rocosas tienen hechizo excursionista. Puntiagudas proas recortan el azul. Y entre ellas se perfilan los surcos de profundas canales.
Y trepamos para alcanzar su cota principal. Nos animó ver a varios escaladores en sus paredes. Pisamos sus calizas, caminamos por las terrazas superiores y alcanzamos el techo de las proas más altas. Estuvimos bastante tiempo deambulando por ellas, asomándonos al tremendo vacío. Nos cautivó las panorámicas que se divisaban, por una parte hacia las puntiagudas y cercanas muelas de Zapater con sus cinglos. Y más al norte, se columbraba un baile de agujas y cortados calizos de los parajes del Matarraña, con sus estructuras cabalgantes.
A descender de estos impresionables balcones calizos tomamos el PR-TE 157 que se dirige al arroyo de los Prados. El recorrido fue breve, pero lo suficiente para otear en todo su empaque estas soberbias proas con sus tonos rojizos, que el sol de la atardecida recrudece mágicamente.
Al salir de Peñarroya de Tastavins visitamos el santuario de la Mare de Deu de la Font , del siglo XIII. Constituye un monumental conjunto de edificios conjugados entre los estilos gótico y mudéjar. Por un costado pasa el río Tastavins. Los rayos del sol resbalaban en las quietas aguas, espejeando una tropilla de desnudos chopos.
Cerramos con broche de oro el 2011. Nuestro año montañero.
Se abre otro. Feliz Año montañero para TOD@S.
9 comentarios:
Buenas vivencias amigo Luis, las rocas de la naturaleza en forma de inmensas paredes formado figuras y el pueblo y Santuario también de piedras, aunque esta vez ha sido el hombre el artista.
Un abrazo.
Goriot.
¡Qué preciosidad de vista has realizado y nos has traído! El Teruel maravilloso lo has acercado a nosotros con tu impecable estilo. Gracias y Feliz Año 2012.
Preciosa serie de imagenes como nos tienes acostumbrado.
Buen broche para cerrar el año
FELIZ AÑO NUEVO 2012.
Salusoa y abrazos.
Canto a las piedras y a la piedra que me habita y que yo habito porque le cantas tu.
Algún día me abrazaré a una piedra y seré piedra para vivir eternamente.
O más bien me iré contigo cogida de tu mano para ser siempre piedra que rueda en el camino y no se muere nunca.
Magníficas imágenes.
Verdaderamente impresionante, amigo poeta de la naturaleza.Gracias por compartir tanta belleza.
Un abrazo y ¡¡Feliz Año Nuevo!!
María
Mi querido amigo.
me has dejado impresionada ante tal despliegue de belleza,sin duda alguna,MARAVILLOSAS.
Besotes y feliz 2012
Los pueblos rústicos me encantan, la verdad es que con es descripción dan ganas de bailar. Esas montañas verticales son espectaculares, pero yo no podría asomarme al vacío, tengo vértigo, jeje. Tenemos unos paisajes impresionantes.
Te deseo que este año que entra te traiga todo lo que necesites y desees.
Un beso,
Margarita
A la vera del Matarranya, las montañas, la roca, los bosques y los pueblos que salpican el Paisaje se integran para ofrecer un mosaico de naturaleza rabiosamente hermoso!
Saludos Luis.
Que el año que viene te depare unas buenas cumbres.
un abrazo.
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