-Y por qué lo hiciste, Andrés?
-Pues, no lo se. Pero, recordando aquellos momentos, hubiera hecho lo mismo.
Y me recitó las impresiones de aquel día.
-Tenía que coronar ese tres mil en el Pirineo. Pero la ascensión fue muy laboriosa. Remonté capas de nieve y rocas que formaban vertiginosas escaleras. Franqueé aristas y una cresta pulverizada y llegué a la cima. El frío era muy vivo. Así que no estuve mucho rato, y con mucho tiento y prudencia descendí hacia el valle. Tras dejar atrás los peligros, seguí felizmente un sendero un tanto romántico. Torrentes de esmeralda llenaban mis oídos de una música celestial. Los abetos señoreaban el camino con gran solemnidad y plantas aromáticas embalsamaban el aire, así como multitud de flores alpinas, deslumbrando con sus acentuados colores.
-¿En qué mes hiciste esta ascensión?
-En junio. Creo que es el mejor mes para visitar el Pirineo. Los valles se vuelven poéticos. La naturaleza se cubre con sus más bellos colores y no es extraño que nos inunde de una exaltación suprema.
-¿Y cuando la viste?
-Después de disfrutar de las cascadas de los arroyos, de sus venerables romanzas, con el cortejo de brillantes y armoniosas espumas, la vi. Era una ermita solitaria, con la puerta abierta, rodeada de un laberinto de picos de una grandeza incomparable. Mi alegría era elocuente. Sí, era una persona muy feliz en aquellos instantes. Y cuando vi a la imagen sin un asomo de vida en su altar, sentí mucha pena, pues los búcaros estaban vacíos.
Así que -añadió- los limpié bien en una cortina de agua, llenándolos, y busqué las flores más bonitas del paraje. Coloqué nuevamente los recipientes, ahora con flores frescas y lozanas, junto a la imagen, y entonces me pareció que la Virgen sonreía, que su rostro crecía en belleza, y recé una oración.
-¿Te irías satisfecho?
-Bueno, estuve un rato en ese pacífico rincón, pues desprendía un aire plácido y contemplativo, una notable excelsitud anímica y mística. Y a mi me parecía estar más cerca de Dios.
Comprendí a mi amigo. Esas mismas sensaciones las he sentido muchas veces. El Pirineo apasiona como el amor, y su belleza es tan mágica, tan enriquecida de beatitud, que sales, al vivir estas maravillas que atesora, lleno de gracia y felicidad espiritual.
31 comentarios:
Tu relato contagia el entusiasmo de quien disfruta cada centímetro de lo que ve y siente.
Qué bella y sencilla portada ¿a qué ermita corresponde, Luis?
Como siempre, un delicioso paseo el entrar en tu blog.
Un beso.
¿Pero cómo no vi antes tu blog? Escribes muy bien y las fotos son buenísimas. Ya tienes una seguidora más.
Hasta pronto.
Que gran y a la vez sencillo homenaje hizo tua amigo a aquella imagen de la Virgen.
¡Qué bellos son los Pirineos!
Es un relato lleno de espiritualidad.
Gracias por compartirlo.
un abrazo, Montserrat
Dan ganas de ir al Pirineo yaaaaaaaaaaaa.
Saludos
la montaña, su soledad y todas sus bellezas es la mejor manera de llenar el espiritu.
Precioso relato Luis, ultimamente siempre nos dejas un sabor muy enriquecedor....gracias.
Besos
Hoy voy de regalo en regalo.
1º.-He recuperado mi blog,una historia complicada de contar, y 2 su maravilloso relato con una secilla conversación de amigos que nos lleva a estar por un tiempo en tierra y cielo.
Gracias amigo Luis por su talento y sensibilidad.
Sor.Cecilia Codina
Totalmente de acuerdo, Junio es el mejor mes para ir al Pirineo.
Una buena historia escrita con sentimiento y conocimiento y bien acompañada de las fotos.
Un abrazo
el lio de Abi
Grandísimo paseo el que nos ofreces, y magnífico texto una vez más acompañado de excelentes fotografías.
Me encanta el Pirineo
Un abrazo muy fuerte Maestro Luis.
A Salto De Mata
Luis tu relato tiene magia. Cómo me gustaría haber recorrido los Pirineos, maravilla de lugar. El paseo se hace más dulce al entrar a la ermita, uno se enciende ante el encuentro con la Virgen.
Gracias y abrazos.
esa sensación de cercanía y comunión espiritual, con la grandiosidad de la creación, contrastada con la humildad de la ermita, la virgen olvidada, todo, es una invitación divina al encuentro del Alma y su Dios.
maravilloso, mágico relato querido luis, un saludo de amistad
Luis una imagen y texto muy hermoso como siempre realizas en tus post felicitaciones amigo por tu precioso blog ,
Un abrazo de MA para ti.
Felicidades por tan buen elato de verdad escribes muy bien
un beso
Ojalá puedan arreglar ese lugar rodeado de una belleza impresionante
por la manera que nos fuiste mostrando los alrededores en tu charla.
Luis en mi blog tengo un premio para vos.
Te dejo un cálido abrazo
me gusta la vitalidad del texto, además se lee de un tirón.
Un saludo
Dicen de los poetas, pero vosotros quijotes sin lanza, qué humanitarios sóis, mundanos aparte.
Un abrzo.
Goriot.
Hola, amig@s: Mis relatos son, en su mayor parte, fruto de mis experiencias personales, vivencias y reencuentros. En este caso, para ilustrarlo, he puesto la imagen de una portada de una ermita (va, principalmente, para Marisa) que no se halla en el Pirineo, sino en el Maestrazgo castellonense. La ermita pirenaica protagoniza esta historia, pero, por respeto, pienso que debe quedar en el anonimato.
Mil gracias a tod@s.
Abrazos.
Luis.
Siempre he dicho que, si el Paraíso existió, tuvo que estar en el Pirineo.
en Ordesa, por ejemplo.
Precioso relato, Luis.
Un abrazo.
hola bello relato y un bello paseo un abrazo luis
La belleza se alinea en el relato y el encuentro al final del sendero.
Es el silencio y el recogimiento lo que trae la paz.
Un beso.
Luis, me pareció un relato excelente. Te asociaba con otro Luis, por ello fue una gran sorpresa llegar aquí y encontrar este blog. Me gustó muchísimo, te felicito por tu creatividad.
Cariños!
Aunque no me prodigue todo lo que yo quisiera por aquí, cada vez que vengo me sigues sorprendiendo... enhorabuena Maestro, sabes que te admiro...
Un espacio descrito con gran elocuencia, Luis. Alguna vez me escapo para ver al quebrantahuesos y otras criaturas del lugar. Siempre es un lujo divagar por los parajes como el que has expuesto con tanto acierto.
Un portal precioso. Los lirios, una gozada. Estos concretamente, son los que más me gustan.
Saludos.
Bueno, a mí me hiciste volar la imaginación…
Un fuerte abrazo.
No puede ser más místico y poético el relato, Luis. Bellísimo el portón de la ermita, entreabierto... de su interior emanan los aromas de las flores silvestres, Ummmm! ¡qué delicia!
Un remanso placentero y bucólico encuentro siempre en tu excelente blog, amigo. Gracias por compartirlo.
besos. María.
Hermoso relato Luis, la naturaleza con su pureza nos acerca a la divinidad, a lo espiritual, a lo sublime. Tu espacio me infunde paz y ánimos.
Gracias por estar aquí para nosotros.
Un abrazo
Que bonito Luis...que relato...me encantan las ermitas, he visto paisajes hermosos hasta llegra hasta ellas...llegar hoy a la tuya...es un placer auténtico.
Abrazotesssssssssss
Hoy me han hecho una entrevista en la radio, sobre mi otro blog, si te apetece escucharla te dejo el enlace, estaba más nerviosaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Abrazotes a esgalla
este es el enlace
http://corazonleon.blogspot.com/
Querido amigo. Otra vez paseando por las nubes, que no quiere decir, en tu caso que estés despistado o ausente. Todo lo contrario. Te paseas entre las estrellas bien consciente de tus pasos. I nos lo explicas para mayor goce de todos. Un abrazo querido amigo. i felicidades!!!
Maravillosas fotos Luis, la ermita es una preciosidad como el resto, a veces una puerta es un monumento ¿verdad?
Un abrazo.
Es un placer venir a contemplar estas preciosas vistas al aire libre...debes de ser muy feliz por el monte ...me recuerda León y Asturias.
besos
Marina
Hola Luis.
De un detalle tan sencillo como el de poner flores a la virgen de una ermita solitaria has compuesto un relato precioso. Y es que es así, todo cobra una dimensión distinta cuando hay vida y color alrededor.
Un abrazo
No conozco los pirineos, pero debe de ser algo digno de ver, tu entrada tiene duende Luis como siempre. Es bello recorrer contigo los parajes que nos muestras. Un beso grande
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