La Peña Saganta

Hace veinte años subí dos veces a la Peña Saganta. La primera vez desde Espadilla, cuya ascensión e impresiones fueron publicadas en mi libro “Del Mijares al Peñagolosa”. La segunda partí desde Ayódar. Ahora he vuelto otra vez a Espadilla. Y hemos viajado hasta esta población del Alto Mijares para subir de nuevo a la Peña Saganta, que alcanza los 726 m. de altitud sobre el nivel del mar.

Hemos realizado el recorrido circular y afirmo que ha sido una experiencia muy positiva, pues existe un magnífico sendero balizado para desarrollar este itinerario, partiendo de esta pintoresca población, con sus casas encaladas, de calles inclinadas, con su atractivo rural y bañada por el Mijares. Una eficaz señalización horizontal y vertical cubre el PR-CV 314, un trazado con magníficos senderos y tramos empinados, donde el esfuerzo tiene como premio “olímpico” la airosa cima de la peña y sus vistas.

Arriba la peña

perfila su traza;

agiganta la roca

toda su estampa.

Gloriosa proclama

su fortaleza brava;

y llena la vista

de horizontes y montañas,

de verdegueantes valles

y de paisajes que embriagan,

con asombro,

con presencia viva,

inolvidables,

enamorando al excursionista.