Me encanta pasear por la Mosquera, uno de los valles más emblemáticos del parque natural de la sierra Espadán. Su festival de verdes acopia y refresca las miradas. El bosque de alcornoques, de los mejores conservados del parque, protagoniza la belleza de todo el valle, la ascensión de la naturaleza. Se abre en acendradas páginas porque tiene señorío botánico. El valle se encorva ligeramente y se bifurca en retorcidos brazos en su cabecera, donde las pendientes agudizan su envoltura rocosa hacia las cúspides, que afilan su más de 900 m. de altitud.
El alcornoque es un árbol épico, recio, fibroso y pulcro. De su tronco se extrae el corcho. Y su ramaje, un tanto asimétrico, tras la horquilla básica, se desparrama formando una orla múltiple y curvada, bien amueblada de rugosidades.
En los espacios más umbrosos existe un estrato bellísimo, donde la madreselva reaviva su instinto trepador, mientras cornicabras, ruscos, madroños y helechos forman un tapiz de lujuriantes y rientes verdes.
En el vientre geórgico del valle se ubica la casa de la Mosquera, herida en sus entrañas por los zarpazos del abandono. Bien visible desde la pista que accede al valle, se levanta sobre un promontorio rocoso, en una encrucijada de rutas. Fue edificada antes de 1861. Aún se ven antiguos bancales de almendros, formados entre las actividades agrícolas y ganaderas de la masía, esta última entroncada con Teruel, pues de esta provincia bajaban los rebaños de ovejas para pasar el invierno en el recinto de valle, aunque fue el valor del corcho la principal fuente de recursos, que tiene sus antecedentes en la época musulmana, donde hubo en el valle una alquería. Los caseros que tuvo Mosquera procedieron, mayormente, de Aín.
Abandono la masía con su notable pasado, con su simbolismo y su aura costumbrista y tomo el antiguo camino de herradura que servía de comunicación con Aín. Y asciendo pausadamente hacia el collado de Peña Blanca. Contemplo la fecunda estampación de alcornoques centenarios, que fueron testigos de la época dorada de Mosquera. Dejo atrás el bosque y afinando las piernas aún más alcanzo el Alto de Bovalar. Y sentado bajo los auspicios de un sol primaveral contemplo el imponente espectáculo que me brinda la sierra, con la orla de las más aventajadas cumbres, entre ellas el cercano pico Espadán. Me bañaba la luz y también una juguetona brisa, pero una vez más me encontraba a gusto, saboreando el solemne silencio y la magistral nómina de paisajes que atesora el hermoso parque de Espadán, acorazado por el rodeno con su peculiar tonalidad rojiza.
28 comentarios:
Sólo dos palabras ¡QUE MARAVILLA!
Un abrazo desde Valencia.Montserrat
Gracias, Montserrat. ¡Felices Fallas!.
Un abrazo.
Una zona preciosa Luis, Y como duelen esos zarpazos de abandono eh???
Que hermoso sendero Luis, entre la playa y la montaña, me quedo milveces con la montaña y la naturaleza, gracias por este paseo ojala los cuidemos mas, que tengas una hermosa tarde besos y abrazos para vos.
Caray Luis, que chulada. Unas fotos fantásticas y un paseo precioso.
Gracias por compartir.
Un abrazo.
Es precioso, un paisaje verdaderamente hermoso,hace tiempo que no veo bosques, me has recordar mi niñez. Unas fotografias muy buenas, felicidades y gracias por compartirlas. Un beso grande
Ahí en Mosquera si que he estado varias veces. pero no he hecho ninguna excursión mas allá...
¿el camino que sale desde allí es el que va a Azuebar? ¿Qué distancia tiene? y ¿cómo es el paisaje?
Un abrazo maestro por el post
Hola, Pablo, contesto a tu pregunta con mil amores. Este camino que dices, que enlaza la carretera con la masía -fue construido en 1931- antes de llegar a ella nace por la derecha otra pista que comunica con Azuébar, discurriendo enteramente por los bellos paisajes del valle, y sale del mismo para dirigirse a esta población, distante de la masía unos 6 o 7 km.
Un abrazo.
Me gustan los bosques de alcornoques. Por aquí son difíciles de encontrar pero bastante cerca los tenemos en abundancia.
Un abrazo.
Preciosas imágenes de naturaleza viva, un lugar precioso de estos parajes de el bosque de alcornoques de la Mosquera ,se respira paz y vida , bella entrada de blog.
Gracias Luis por tu comentario dejado en mi querido blog .
Un abrazo de MA .
Luis, ¡qué preciosidad! Nosotros no tenemos alcornoques por los alrededores, son maravillosos. Enhorabuena!
Un abrazo fuerte desde mi librillo.
Buen paseo caminante, no hay camino...
"La casa de la mosquera herida por los zapatos del descuido" usas buenas metáforas.
Un saludo.
Goriot.
Tus increíbles paseos y la belleza de tus fotos son una caricia para mis ojos. Estupendo! Felicitaciones! Un abrazo.
Interesante y bello reportaje que anima a viajar y conocer sitios así. Las fotos son un claro testimonio de lo bonito que es ese paisaje. El texto, tan ameno, le da forma al deseo de estar allí. Un abrazo
.Siempre digo bienvenido cuando llegan a mi sitio, pero me siento bien llegado en el tuyo, tu blog esta muy bonito, es agradable visitarte.
Venite por Peregrino de Sabiduria a leer lo nuevo, te invito.Un abrazo,mucha luz y hasta pronto...
Hola Maestro: sólo se me ocurren palabras de AGRADECIMIENTO!
Por sus continuas visitas a su blog, porque Ud. me inspira caballero con sus comentarios y porque una vez másm honrra el lenguaje con sus palabras ...
Qué placer leerlo Don Luis! (me gusta llamarlo así) y qué distinto luce todo a través de su mirada ...
Hola Luis, verdaderamente un placer leerte, una se imagina en ese bosque de alcornoques disfrutando de la naturaleza.
Un beso
Amigo Gus, complacidísimo por tu comentario -los de todos, naturalmente-, pero también por esa distinción que me otorgas al conferirme el tratamiento de don -así te gusta, me dices- pero siempre me ha encantado la sencillez y en ese renglón de la amistad el tuteo me gusta más, acaso será porque en mi tierra es costumbre, aunque uno tenga una profesión u otra.
Gracias, amigo Gus, siempre encantado de visitar tu blog y disfrutar con tus viajes, tan apasionantes con tu buen estilo, sensible y observador.
Un abrazo.
Maravillosas las imágenes, en verdad. Gracias por compartirlas.
Un fuerte abrazo.
Muy agradable tu entrada con tus comentarios sobre los alcornocales de esta zona. La verdad no se si leo o veo y contemplo, a veces me siento en un capítulo del hombre y la tierra, cruzando sendas y frondosos valles. Tu blog es como la serie a vista de pájaro. Muy bueno.
Que caminatas más agradables te pegas.
Genial compañero.
Da gusto pasear así por la naturaleza.. que arboles!!! que vegetación, que maravilla....!!!
Qué belleza la del bosque de alcornoques, y cómo la relatas con el placer de ofrecernos el producto fresco, como tiene que ser. Cómo me gusta observar entre sus ramas la agilidad del herrerillo, el carbonero, el agateador, el trepador azul y tantos otros, disfrutando del magistral agarre en la tierna piel de este singular árbol.
Saludos.
Los troncos de los árboles parecen una cara humana. Estoy muy interesante.
Puedo olvidar a todos los demás cuando yo recorrer el camino de una montaña maravillosa.
Lo que se da la naturaleza es espléndida.
Muchas gracias por bellos paisajes.
Happy weekend.
Desde el Lejano Oriente.
Saludos cordiales.
ruma
Las fotos son realmente preciosas...
Saludos y un abrazo enorme.
Un autentico lujo tener un bosque centenario de árboles tan escasos en nuestra geografía como el Alcornoque.
Un lugar realmente precioso
Hola Luis!
Despues de unos dias de obligada ausencia...ya estamos de regreso en la blogosfera.
El sendero es precioso lleno de paz y belleza y leerte es acompañarte en tus paseos.
Gracias.
Besos
Hasta aquí ,me llegan ,los aromas del campo...belleza en estado puro.
Besos
Hola Luis, gracias por mostrar tan bello testimonio de tu paseo y la esplendidez de los alcornoques.
Un abrazo
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