Para este último viernes de junio
nuestro amigo Kiquet nos propuso realizar una ruta nocturna por la sierra
Calderona. Exactamente ascender a la
Mola de Segart, partiendo del pueblecito de Segart.
Eran las 8,25 h. de la tarde
cuando empezamos a caminar los 9 amig@s.
El sol de poniente iluminaba arriba la figura totémica de la
Mola. Una luz sesgada, como acaramelada.
Pasamos por la seca font del Campaner, siguiendo las señales del GR-10. Al culminar
el sendero, abocamos a un camino, que sigue en dirección al monasterio de Sant Esperit de Gilet. Enfilamos el camino por
la derecha. Delante, se alzaba la imponente
Mola y su famosa y abrupta canal, con sus
farallones de rocas rojizas, con sus bandas vegetales que bullían con su verdor.
Y los dorados rayos del sol nos daban de frente como una sedosa caricia, en su
radiante camino al ocaso.
Tomamos el sendero que nos conduciría al pie de la peculiar incisión de esta bella montaña. Fue el tramo que con más esfuerzo desarrollamos. Sinuoso. Anillando curvas. Y llegamos a la canal. Breve trepada y alcanzamos la cumbre. Cerca, el vértice geodésico, blanco, como el ala de una paloma blanca.
El crepúsculo iba anidando en el cielo, retozaba como la fuerza de un bramante, desatando sus telares. Sus sorbos nos enganchaban. Su colorido. La extensión de las vistas era colosal. Una amalgama de colores tendía su brazada mágica, llenando de ilusión nuestras miradas. Del mar al interior, ancho, anchísimo…
La tarde languidecía. Se alejaba
el día. Y llegaban las primeras sombras de la noche. Y nosotros empezábamos a
sentir plenamente nuestro sueño senderista. Palpábamos en su esplendor el
momento esencial de la ruta nocturna, el cálido abrazo de la noche, el pálpito
de las estrellas fraternizando su mensaje, el júbilo.
Senderos, cima, miradores,
crepúsculo, silencio, amigos!!… ¡cuántas joyas encontradas!
Y preparamos la cena, en el
ambiente deseado, con los efluvios de la sierra danzando a nuestro alrededor,
enriqueciendo el embeleso del silencio. Pero no hubo silencio en la cumbre de la Mola. Tampoco manifestaciones
estridentes. Había respeto entre los amigos montañeros hacia el espacio que
ocupábamos, pero también animación. Mucha. Y amistad a raudales, excelente
compañerismo, que flotaba bajo un cielo aún sin estrellas.
Y hubo destello en la cena, en lo
que aportamos cada uno….Y el mantel, las
rocas planas… Y alegría, placer, anclado en una montaña vigía, hito
sobresaliente en la liturgia del senderismo por la Calderona.
Y se fue pasando el tiempo, entre
animadas charlas, bajo la corona de un cielo donde ya relucían las primeras estrellas, que arrebolaban
la alfombra de luces de las ciudades, con sus reflejos destellantes… Valencia, L’Horta,
EL Camp del Turia…
Y tocó abandonar la cumbre. Y lo
hicimos bajo la luz de los frontales. Siguiendo el estrecho y empinado sendero.
Las piernas ajustando los pasos, con la ayuda de los bastones. Y ya en el
camino que nos devolvió a Segart.
Qué bonita fue la noche entre tan
buenos amigos!!
Y la experiencia, claro que sí, enorme, extraordinaria…!!
9 comentarios:
Lo que bien puede llevar el nombre de una noche inolvidable, lo mejor de todo es que lo disfrutaste.
Un placer visitarte Luis, las fotografías, preciosas como siempre
Saludos
Muy interesante amigo Luis, a veces en tu descripción de la andada me parecía estar yo.
Un abreazo.
Goriot.
Otro bonito lugar a tener en cuenta.. La primera imagen me encanta y la que has puesto de cabecera.. Un cordial saludo.
¡Hola Luis! Originales y poco habituales (cada vez más) estas rutas nocturnas por las sierras y montes. El verano, con su calor, las propicia y facilita. Curiosa y mágica experiencia que yo aún no he vivido. Esperemos.
Un abrazo.
Hola Luis
Siempre es bonito por lo menos una nocturna al año y si es en la Calderona con este telón de fondo de reflejos luminosos...mucho mejor.
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
Ainsss mi querido Luis, como he echado en falta estas visitas a tu rinconcito maravilloso. he estado pachucha, pachucha de verdad. El ritmo y la de proyectos que he tenido que scar adelante han pasado factura y tengo un vértigo horroroso, empastillada y así todo me da vueltas todito...a ver si con el relax del veranito me tranquilizo y podemos marchar al Mediterráneo tranquilitos...esperemos.
A la vuelta de vacaciones ya seré asidua de este sendero sin destino...aunque en vacaciones entraré algún día sigilosa a descansar en tus senderos, sin hacer ruido, sin molestar.
Mi abrazotedecisivo, feliz verano y sigo por aquí ahora ya con mi ritmo habitual. Muacks Luis.
Fotazas preciosas las de esta entrada, y lo que nos cuentas siempre tan bien...dan ganas d eponerse en marcha con vosotros. Gracias Luis.
Hola, amig@s, muchas gracias por vuestros comentarios. La verdad es que fue una ruta muy bonita. Muy distinta a las diurnas. Y disfrutamos mucho!!
Abrazos.
SARA!, mi querida amiga, cuanto me alegra recibir noticias tuyas. La verdad que estos días pensaba en ti. Y me decía, mi amiga debe estar muy atareada. Descansa SARA... Este verano a sacar esas fuerzas tan admirables que tienes. Recuperate muy bien. Me alegra leerte. Con tu ritmo habitual. Eso está muy bien. Que tu sonrisa alegre tu labor siempre, SARA.... Ah, un día de éstos os dedico a ti y a Abi una entrada. Es que sois magníficos.
Hoy he estado en el Mediterráneo. Espero que nuestro mar enmarque nuestro abrazo algún día.
Besos.
¡Qué envidia me dais! Y yo sin andar apenas...y sintiendo que cada vez estoy más torpe y menos ágil, con mis casi 53 años. ¡La pereza, unido a que no tengo cerca lugares así!
Preciosas fotos...¡hacéis muy requetebién!. Saludos
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