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viernes, 20 de febrero de 2009

La Silla del Cid

Cuando llegas a la cima de una montaña sientes un indefinible gozo. Y lo que haces es recrearte con las vistas que se alcanzan. Y más de una vez descubres otras montañas cuya imagen te entusiasma y deseas también alcanzar sus cumbres. Esto es lo que me pasó cuando estuve en el Menejador, la cima culminante del parque natural de la Font Roja.

Me fascinaron las orgullosas formas de tres montañas que sobresalían en el paisaje lanzando sus cimas al cielo. Eran, por el orden de aproximación, el Cabeçó d’Or, la Penya Migjorn de Xixona y, sobre todo, El Maigmó, cuya picuda silueta se recortaba altiva en el azul.


Alcancé las cimas de las tres en sucesivas ascensiones. Pero cuando estuve en el Maigmó otra atractiva montaña se erguía al suroeste, y, como las anteriores, me propuse subir a esta sierra, de típica estampa con sus dos puntiagudas cimas protagonizando los extremos. Era la Silla de Cid.

Y a Petrer nos fuimos. Día delicioso, soleado y extraordinariamente azul. Aunque las brumas desvanecían los horizontes. Desde Petrer la imagen de la Silla del Cid es fantástica. Tiene un aspecto y un relieve muy atractivo y peculiar, como una silla de montar que despunta sus abruptos extremos al vacío, muy fijados por su cara norte.



Desde Petrer parte el PRV-36, que alcanza la cima de esta emblemática montaña. Se localiza el inicio de esta ruta en la avenida de Salinetas, pasando desde una rotonda bajo el puente de la autovía y girando a la izquierda. Nace en este punto una carreterita donde ya se ven las marcas del PR. Este primer tramo no tiene interés y lo seguiremos con el vehículo prestando atención a la señalización del PR (trazos blancos y amarillos) y alguna tablilla que indica “Camino del Cid”, que orientan la aproximación, rechazando los diversos desvíos que parten a ambos lados. Se llega al pie de la montaña, a una caseta forestal. Aquí se inicia el itinerario a pie por un ancho sendero, paralelo a la pista en este primer tramo. Una señal así lo indica “Cumbre del Cid, 1,30 H. Alt. 1.127 m.”.



Es un sendero magnífico, con un zigzagueante trazado que agradece el senderista porque modera la ascensión. El pinar y el carrascal adornan el sendero. Abunda el matorral y se multiplican las matas de esparto. A trechos el itinerario está consolidado por muretes de piedra, que aseguran la sinuosa y bonita ruta.

Se camina en las primeras horas de la mañana por la umbría y te encuentras con el sol al desembocar en un collado (30 min.), desde donde la prominente fachada de la punta de la Silla es notablemente vigorosa y esbelta. Este collado es un mirador excelente de las tierras del Vinalopó. Y al otro lado del valle, al sur, se alzan Los Chaparrales, donde se estilizan un grupo de antenas de telecomunicación. El sendero PRV-325 llega a esta redondeada montaña, que se le conoce también como el Cid. Está a 1.104 m. de altitud.



Siguiendo la ascensión desde este interesante balcón los zig-zag se repiten, con un sendero muy transitado por excursionistas y que no resulta pesado, ganando altura suavemente hasta la carena. Entonces el sendero se dirige directo a la cumbre, cuyos 1.152 m. se alcanza a los 70 min. del punto de partida.

Desde la cima se domina y se observan numerosas sierras que se pierden en la lejanía, terrenos llanos, cerros y montañas de altura media. Entre otras poblaciones aparecen Sax, Petrer, Elda, Monóvar, Novelda… La vista es soberbia. Hacia el mar, Alicante. Al NE se yergue imponente el Maigmó. Los Chaparrales redondean su relieve. Y desde el borde de la cumbre de la Silla del Cid, en su posición norte, se abisman las vertiginosas paredes. Frente a esta posición se alza el Cabezo de Rabosa y también está el paraje de la Rabosa, con zona recreativa, por donde discurre el PRV-20, otro interesante itinerario para hollar la Silla del Cid pasando por el collado del Contador.


En resumen, realizamos una excelente excursión a una majestuosa montaña. Un hito en el excursionismo alicantino, cuya destacada cumbre alcanzamos a la serena hora del mediodía, embalsamada por el silencio.

4 comentarios:

Riquelme dijo...

Hola Luis:
Me gusto mucho esta marcha senderista por las tierras de Alicante, una subida constante pero muy comoda que no llega a cansar, el día fue magnifico con sol expléndido, aunque la bruma no nos dejo observar todo el estupendo paisaje que se divisaba desde la cumbre.
Para volver de nuevo
Juan Abad

Pablo dijo...

Este fin de semana voy a subirla. ¿Se pasa vertigo en algún momento?

L. Gispert dijo...

Por el sendero, desde Petrer, en ningún momento, Pablo. Es una ruta preciosa por un magnífico sendero. Y si el día está claro, desde las cimas, que sí que dominan acantilados, las vistas que se alcanzan rubrica notablemente la cómoda ascensión. Espero que disfrutes. Saludos.

Pablo dijo...

Ya lo hemos hecho y vaya preciosidad!!! Ya habíamos subido a Aitana, Montcabrer, Despeñador, Menetjador...pero ésta ha sido de las más bonitas. El problema que tengo es que ando -jadeando, pero ando-, bastante (maldito tabaco) pero el vértigo y yo no nos llevamos muy bien. Pero no ha habido ningún problema. Ya te contaré más excursiones.