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El Tiempo en Segorbe. Predicción

El Tiempo en Segorbe

miércoles, 17 de abril de 2013

ADIOS, PENYAGOLOSA





De lejos te he mirado, con esa mirada especial atesorada de tantos valores, llena de sentimientos profundos hacia lo que has significado en mi vida. Y ahora estoy caminando. Quiero subir a tu cumbre. Y lo voy a hacer por última vez.

Mira, ignoro la primera vez que te ascendí. Hace muchos años.  Y era muy joven. Exactamente no se la fecha. Igual me subirían en coche hasta la base de la ascensión. O iría por el barranco de la Pegunta, por donde ahora discurren mis pasos. Escuchando el fino rumor del riachuelo, buscando con la mirada encontrar trozos  de cielo azul, casi refugiado entre las copas de los pinos. Pero ya no puedo escuchar el canto de los pájaros, como el del herrerillo capuchino. Mis oídos están dañados. Parece que el silencio de la montaña se agudiza más por mi pérdida de audición. Bebo de la fuente. Me maravilla llenar el cuenco de mis manos de esa agua cristalina, que acaricia.

Y subo, sorteando los pedruscos. Y me digo que al bajar de la cumbre no pasaré por aquí. Ni elegiré otro  sendero. De los que hay, de los que tantas veces he pisado su rastro con amigos. No, no he dicho nada a los amigos. He querido subir a la cumbre solo. Porque hoy la ascensión que hago significa mucho para mi. Esta gran mole que ahora tengo delante de mi, tapizada de inmensos pinares y rozando su cúspide el cielo, la he subido 24 veces. Y me acuden muchos recuerdos. Buenos recuerdos. Mis pernoctaciones en el santuario, alguna vez con tienda, abrazado por el olor de la hierba, escuchando entonces perfectamente los sonidos mayestáticos de la naturaleza.

Y ésta, mi amado Penyagolosa, va a significar la última ascensión que haga a tu cumbre. No volveré más. Mira, mis piernas van flaqueando. Y así como di el adiós definitivo a muchas montañas, entre ellas el Pirineo, mi adorado Pirineo, ahora te toca a ti. Quiero darte el último abrazo, quiero dedicarte un poema, quiero estar en tu cumbre saboreando por última vez el aire puro que se encastilla en las aristas cimeras.

Hago breves descansos. La emoción me embarga. Pienso leer otra vez ese libro que es como un lenitivo espiritual a mi modo de pensar de las montañas. Me refiero a lo que eres, “una montaña sagrada”,  cuya mirada siembra mil sentimientos ancestrales y te acuden romerías, peregrinaciones… Te llenan  de rezos y cánticos… Pero también de voces alegres. De montañeros, de niños, que suben a contemplarte, a admirar Castellón, sugestionados por tanta grandeza, por la atracción de lo desconocido, por todos los elementos que forman parte de tu extensa figura y que imprimen a las gentes una intensidad vital.

Y pensando en estas cosas, con algunas elucubraciones añadidas,  llego a la cumbre. Ya estoy contigo, Penyagolosa. Ya me encuentro en este lugar prodigioso, cuajado por la belleza de las rocas doradas, de abismos, de corredores casi verticales…

No puedo dejar  de evocar alegrías, abrazos, satisfacciones…Una oleada de recuerdos de cada una de las 24 ascensiones anteriores, amando cada vez más esta montaña, que tiene una individualidad geográfica patente. Eres un inmenso archivo para mi,  Penyagolosa. Un trozo importante  de mi vida montañera va a quedar aquí, en tu cumbre para siempre. Como esas cenizas de montañeros insignes esparcidas hacia los cuatro puntos cardinales. A mi me gustaría ser tierra, roca y estar en la morada de los dioses para siempre. Aquí, en tu cumbre o en las montañas emblemáticas de mi tierra, Espadán, Peñaescabia…

Mi emoción aumenta. Ha llegado el momento de la despedida. Y lo hago muy emocionado. Saco de mi mochila una botellita de cava, y también una copa. No de plástico, sino de cristal… La lleno de  ese chispeante líquido que forma parte de eventos felices, que rematan celebraciones y acontecimientos… Pero mi celebración no es festiva, ni melodiosa. Es melancólica, doliente…

No hay nadie en  la cumbre. Yo solo, rodeado de un sublime silencio…. Y bebo sorbo a sorbo de ese  vino espumoso que parece bailar en mi boca como un signo espiritual… Y así como otras veces me he recreado avistando asombrado los inmensos paisajes que se disfrutan desde  esta colosal atalaya, como un portentoso hábito visual, es tan fuerte la emoción que siento que no puedo estar más tiempo en la cumbre. No quiero dialogar con ella.

Únicamente abrazo como puedo su inmenso torreón, el monumental vértice, tantas veces contemplado. Y tomo la mochila y me despido para siempre del Penyagolosa… Y desciendo por el sendero, tantas veces pisado con la felicidad en el alma…

Pero ahora… 

Sí, me vuelvo para contemplar la cumbre por última vez. Y unas lágrimas resbalan por mis mejillas…. 

Adiós…!!!














22 comentarios:

Jose dijo...

Animo Luis!!!
Si no es Penyagolosa serán muchas más las que aún te quedan por recorrer, aún te queda mucha pólvora...

Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP

L. Gispert dijo...

Tienes razón, Jose. Pero con esta montaña he cumplido muchos sueños. Y con la ascensión 25 he cumplido suficientemente esos sueños; es como un palmaré personal, que en su día no pensaba alcanzar.

Vendrán otras, naturalmente, si mis piernas aguantan...

Gracias y un abrazo.

Conxa dijo...

Jolin Luis..... me has emocionado, y hasta se me ha salido una lagrimilla (y eso que soy dura en eso)

Preciosa despedida. Y un autentico regalo de la vida esas 25 ascensiones.

Da igual que sea la última, lo importante es que te ha acompañado tanto,tanto tanto....

Un abrazo inmenso.

emejota dijo...

Enhorabuena. Siempre presente en el corazón. Bs.

L. Gispert dijo...

Estimada Conxa, no quería escribir un relato lacrimoso, pero era inevitable escribirlo sin que irradiara la emoción en todo momento.Ya sabes mi pasión por las montañas, es como un enamoramiento puro, que sale del corazón... Y aún cuando no voy a tirar la toalla, esta montaña con sus 25 ascensiones significa mucho en mi vida.... Y quería testimoniarle un homenaje si llegara algún día alcanzar esas 25 ascensiones. Y llegó.... Y me dije que ya no volvería más.... Y quiero cumplir esa promesa, porque es el fruto de la perseverancia, del respeto y del amor. Quedan otras montañas que también me gustan mucho. A partir de ahora me dedicaré a ellas....

Besos.

Luis.

L. Gispert dijo...

...y dices muy bien, Conxa. En efecto, esas 25 ascensiones son "un auténtico regalo de la vida".

Y.... gracias.


Luis.

pepsansII dijo...

Hola Luis,mi más enhorabuena con el palmares personal dedicado a tú Penyagolosa, se comprende muy bien todo el sentimiento puesto en tus palabras y adelante amigo quedan otras fantasticas cumbres para subir.
Una abraçada
Josep

pepsansII dijo...

Hola Luis,mi más enhorabuena con el palmares personal dedicado a tú Penyagolosa, se comprende muy bien todo el sentimiento puesto en tus palabras y adelante amigo quedan otras fantasticas cumbres para subir.
Una abraçada
Josep

Daniel Alcalá Almela dijo...

Hola Luis.

Emotiva entrada, si a ti se te saltaron las lagrimas al echar la vista atrás y ver la cumbre, a mi se me han escapado alguna al leer tu texto.

25 ascensiones, multitud de buenos recuerdos de esta gran montaña.

Creo que va a ser Penyagolosa la que se va a poner triste porque ya no vas a volver a subir a ella.

Un abrazo.

L. Gispert dijo...

Así es Pepsans. Ésta la llevaré siempre en el corazón. Y buscaré otras, para que tengan también cabida.

Un abrazo.

L. Gispert dijo...

Muchas gracias, Dani. Los que sois montañeros me entendeis. Tengo ya 73 años. Y he podido llegar a las 25 ascensiones. No subiré más a su cumbre, pero deambularé por sus costados.... Y la abrazaré con la mirada... Y le echaré alguna foto...

siempre...!!!

Un abrazo.

Pakiba dijo...

Tus piernas todavia te aguantaran para subir muchas montañas como esta y dejarnos tus emociones impresas en esas emotivas letras.

Abrazos.

Sor.Cecilia Codina Masachs dijo...

Hola Luis, has cumplido sobradamente tu sueño. Vamos perdiendo facultades físicas y hemos de renunciar a muchas cosas. Pero si bajamos el listón, hay otras Penyagolosas, más pequeñas y hermosas que quizás aún no hayas pisado. Comprendo tus sentimientos, pero a pesar de esos 73 años, eres por dentro joven y sé que en la medida que puedas, seguirás otros senderos para deleitarnos.
Con ternura te dejo un beso.
Sor.Cecilia

trotasendas dijo...

Pero Luis como ya te he dicho no digas de ese cántaro no volveré a beber. Te veo en forma ¿por que iba a ser esta la última?. Si es preciso la próxima vez te acompaño yo y te llevo la mochila o a caballito si hace falta jajaja, en serio. Así que cambia el título de la portada y cámbialo por un " hasta la próxima".
Ánimo!!!!

L. Gispert dijo...

En efecto, sor Cecilia, era mi sueño. Puedo subir más veces al Penyagolosa, claro que sí. Pero hay otras montañas para hacer y disfrutar varios años más. Y a ello voy. Y sino pasearé por las orillas del Palancia, recordando mi libro "Por las orillas del Palancia".

con afecto.

L. Gispert dijo...

Hola, mi amigo Trotasendas. Mira, lo he hecho como un homenaje a esa montaña que me ha dado muchas satisfacciones... Oye, que te tomo la palabra...!!! Claro que puedo volver, pero soy un poco sentimental y algo terco, y quiero poner un tope a las emociones. Ya tuve bastantes con esta ascensión... Y si vuelvo, ya no será lo mismo. Para mi y para otros montañeros el Penyagolosa es una montaña iniciática, y como tal siempre estará en mi memoria. Y vaya donde vaya, siempre la tendré a la vista. ¡Hasta la próxima! Sí, pero con otras cumbres, algunas más dificiles que el Penyagolosa, pero las facultades físicas van mermándose, y no quiero exponer mis piernas a retos más dificiles... Mira, en el Pirineo subí más de 22500 cumbres. Buen recuerdo, no? Eso es lo que me motiva a seguir caminando.... Para "ver y contarlo". No voy a parar.....!!!

Un abrazo.

trotasendas dijo...

Eso esta echo Luis puedes recoger mi palabra que ademas es Ley. Será un placer o mejor dicho un honor acompañarte a Peñagolosa o a cualquier otra cumbre. Así que espero tu llamada para para ello y así de paso te conozco que ya tengo ganas jajaja.
Un abrazo

L. Gispert dijo...

Me parece estupendo Jose. Salimos casi todos los sábados. Y la ruta que pondría a los amigos sería la vuestra. No al Penyagolosa. Pero la que elijas... Oye, que no sea dificil, no sea que tengas que llevar mi mochila,,,jejejejeeje.

Dimelo a mi correo: luisgispert@gmail.com

Gracias...!!!

Un abrazo.

trotasendas dijo...

jejeje de acuerdo Luis, me podré en contacto contigo próximamente, tomo nota de lo de la mochila.

Sara dijo...

Luisssssss, es la entrada más bonita del mundo mundial, que he visto de amor a una montaña, a una afición, a una cultura, a una vida...que preciosidad de imágenes y que texto cargado de sentimientos y de tí. Seguro Luis, pero segurísimo, que esta subida número 25 en solitario, a esa hermosa cima de Penyagolosa, ha labrado definitivamente esos lazos de unión entre tú y la montaña en general, y será Penyagolosa quien guie tus pasos y los proteja por tantas y tantas cimas que te quedan y senderos y bosques...porque ya sabes Luis...después de tantas cimas tú ya sabes...que no siempre en la cima está la felicidad.
Mi abrazotedecisivo de amistad y cariño estimado luis

L. Gispert dijo...

Y tanto amiga SARA..... Subí solo, como un eterno enamorado. Y vacié mis lágrimas en el depósito de esa cumbre mágica... Y al volver la vista atrás, me dije: Ahí estas, y ya conmigo, a donde vaya te veré, siempre...!! I

Y es verdad, SARA, la felicidad en la montaña se experimenta en muchas cosas... como la amistad...!!!

Besos.

Luis.

Agustí Hernàndez dijo...

Enhorabona, Luis, per haver aconseguit arribar 25 vegades al cim d'esta muntanya, senyera de la nostra pàtria. M'ha emocionat el teu relat.