Otra ruta por la demarcación
geográfica del río Mijares. Con vistas espectaculares sobre su valle.
Desapareció el viento que ventiló la semana y nos dejó ayer un sábado tranquilo
y soleado, pero con mucho frío (-2º), lo que nos hizo abrigarnos debidamente para
soportar la baja temperatura. Parecíamos
que estábamos en la
Antártida.
Partimos desde Arañuel,
concretamente en la fuente de la Pechina.
Cruzamos el Mijares por una pasarela. Vimos cartelitos
anunciando zonas de baño… Vaya gracia,
con el frío
que hacía…
Baja el río trotando esencias de
Gúdar. Extiende sus riberas populosas, umbrosas, y los colores otoñales están dando sus
últimos suspiros.
“sobre la arena sentada
de aquel río la vi yo…”
Y seguimos el sendero local SL-CV
95, que nos acompañaría a lo largo de la empinada ruta.
Poco a poco nos fuimos elevando
entre olivares y almendros. Diversos puntales rocosos señorean el valle. Llegamos
al barranco del Horcajo, que lo seguimos cauce arriba. Un regato alimentaba
plantas de intenso verdor. Ya las vistas se amplían. Abajo el valle, con
Arañuel y el pañuelo de huertas que denotan
las áreas antropizados, extendidas en las márgenes fluviales, mayormente desde el valle de Olba, río arriba.
El sendero, señalizado
debidamente y con hitos de piedras, va alzándose entre la verdinegra pinada,
entre un sotomonte espeso, relleno de
arbustos (lentiscos, brezos, enebros…), con la caricia bucólica de musgos
tapizando el roquedo. El grupo de amig@s se estira. Da gusto subir porque
combates el frío. Algunas prendas… ¡fuera!
Culebrea el sombroso y magnífico
sendero accediendo a pistas, una de ellas por donde iba la antigua Vereda Real
de Aragón.
Una vez alcanzado el repecho denominado el Balcón
del Mijares, a 865 m .
de altitud, la ascensión llega a su final. “Uf, ya era hora, exclaman algunos”.
Y ya tenemos a la vista el imponente Penyagolosa -caray, está hecho un galán- y,
muy cercanas, las masías del Plano de Arriba, arribando a ellas entre almendrales.
Guardan la huella de antiguos abancalamientos.
En este punto el sendero se
desliza junto a una barda, que sirve de lindero, y pasando al lado de una gran charca helada -como
para meter la mano-, se introduce nuevamente en una pinada.
Teniendo como respaldo el bendito
ribazo, y con la querencia del sol arrimándose a nosotros, como era la hora estricta
del almuerzo, nos enfrentamos a tan sabroso condumio, con las típicas y
habituales aportaciones de cada uno, que nos saben a gloria, y como siempre,
reanimado por el floral y untuoso vinico de Juan. Chic@s, palabra, que a la próxima ruta llevo ese apetecible
licor proveniente del navarro valle de Baztán.
Tras consolar los estómagos como
es de rigor y como sabemos hacerlo, seguimos el sendero que recorta la citada
pinada transversalmente. dando vista ya, y en una superficie inferior, a la agrupación de masías del Plano de Abajo,
envueltas entre una sensual paz, con alguna enmascarada era. Todo un testimonio
etnográfico de la expansión agrícola y ganadera que tuvieron estas tierras a
partir del siglo XVII, apreciándose alrededor, y desde diversos puntos estratégicos, otras masadas
acomodadas a la alta topografía y dominadas por el hierático Penyagolosa.
El sendero llega hasta la fuente
del Manzano, otra muestra como una diminuta
alfaguara del quehacer de las masadas, con su antiguo lavadero. Martín, no restriegues
tanto, que te vas a cargar la camisa!!
La foto oficial del grupo, sí,
sí, la que salimos tod@s, bien guap@s y sonrientes, nos la hizo una gentil y
simpática moza que saludamos bajo un sol
reidor.
La bajada hasta Arañuel fue otra
cosa. Vamos, otro cantar. Y si no que se
lo digan al amigo Maduro, que nos dio un
selecto recital de cantos entre rancheras, villancicos y otras piezas
divertidas, que fueron coreados entre pasos alegres. Se nota que descendíamos
al encuentro del Mijares. Y es que la mañana, a pesar del frío, nos envolvió
con una luz mágica, con una tranquilidad mística, chapando con
láminas de plata una atmósfera nítida.
En Arañuel, abrazos, besos, hasta
la siguiente… Los coches en marcha….Ah, gracias por decirme que tenía la tapa
del maletero levantada… Que despiste…. Parecía que estuviera en la facultad de
derecho. La tapa, no yo.
7 comentarios:
Que lindo, que bien lo describes todo, me encanta. Saludos.
Cuando abro tu blog ya percibo el olor de los pinos.
Preciosas fotos.
Besicos.
Bellas fotos, paradisíacos lugares, excelente experiencia. Un abrazo enorme.
Hola Luis, y luego Burgos, se lleva la fama del frío, jajajaja -3º no está mal para comenzar al mañana fresquitos y con ganas de andar.
Un abrazo
Ya veo Luis que no paras ni un momento, haces bien ya que yo pudiera practicar el senderismo más, pero disfruto viendo los preciosos parajes por los que te mueves.
Un Saludo y
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Un Mundo por Descubrir
¡Hola Luis! Preciosa zona la visitada. Otra bonita ruta para disfrutar. No tardaré en hacerla.LOs parajes con masías tienen un encanto especial que se suma al de las zonas en las que se encuentran y en este caso con el Penyagolosa de fondo son inigualables. Y la vuelta animada con cantos regionales y operísticos más amena y descansada que la ida.
Un abrazo.
-2ºC en esa serranía???? quien lo diría con ese cielo azul, azul mediterráneo...pero se nota que la helada también causó su acción por esos senderos. Un placer verte disfrutar de la naturaleza y hacer con tus letras y tus imágenes, con tus vivencias que disfrutemos de tus pasos y de tu tierra.
Gracias amigo Luis, mi abrazotedecisivo lleno de afecto y pasa muy buena semana, coge mucha energía para el finde.
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