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jueves, 13 de octubre de 2011

Alrededor del Mas de la Costa


Delante del albergue Mas de la Costa

En esta semana he vuelto a retomar mis excursiones de los miércoles. Son rutas mayormente inéditas, desconocidas, siguiendo mi inveterado proyecto de recorrer aquellos lugares donde no he estado todavía. También intentaré enmarcar en este día mis viajes de un día, por mi condición de escritor de turismo, fiel siempre al lema de “ver y contar”.

Así completo mi semana excursionista con las salidas de los sábados con los amigos, siguiendo las generosas propuestas y alternativas de quienes las organizan.

Que placer convivir con la naturaleza aunque vaya solo. Estoy en el término de Lucena del Cid, y muy cerca me vigila el Penyagolosa. Tengo que volver a este pico señero, señor de los cielos, ave mítica que aprisiona con su mirada  mil rincones de la geografía castellonense y turolense.

Camino entre masías,  en una mañana que se exhuma en claridades, haciendo reventar todos los colores de las montañas,  donde repica ya el otoño con sus típicos fueros. Sigo el sendero PRCV-328 alrededor del mas de la Costa, una antigua escuela rural que funcionó desde 1934 hasta finales de 1968. Rehabilitada por el CEV en 1994. Y situada a 950 m. de altitud.

Del albergue parte este sendero, que encadena antiguas masías, la mayoría convertidas en ruinas, con los techos venidos abajo o muy deterioradas desde el declive de la vida rural. Son las del Collet, del Sabater, Casetes de Miret, de la Gronsa y del mas d’Ores. Me tengo que detener muchas veces para gozar de las vistas. Montañas, valles, barranqueras profundas, bosques… Y el Mediterráneo a lo lejos, entre cernejas brumosas. Y sobresale la sierra Espadán, alargada como un cetáceo, arrogante, dichosa de ser la cuna del senderismo, como en muchas zonas de Castellón. Y por donde ando ahora.

Entre ese cielo azul, que se expande como un velo virginal, se asoma el Penyagolosa, “la montaña sagrada” de Castellón.  Parece decirme: ¡Sigue, Luis!

Y así lo hago. Me aventuro por caminos abandonados, por senderos que apenas se dibujan sobre el terreno, orillando antiguos bancales de labor, donde las matas crecen rabiosamente y estorban. La progresión es lenta, dura. Tengo que fijarme donde pongo los pies. Las aliagas parecen encapricharse de mis piernas… ¡Condenadas, dejarme!

Me detengo en las masías….De la Gronsa, D’ Ores….En sus años estos rincones respiraban actividad. Los bancales, escalonados y empinados, rozaban los escarpados peñascos de las laderas.

Un camino me devuelve al punto de partida. El sol pega fuerte al filo de las dos de la tarde. Pero yo termino satisfecho. He hecho la ruta!!!










El Penyagolosa


17 comentarios:

Mª Angeles B. dijo...

Hola Luis!

Ala noche con mas tiempo te leo....pero las fotos del lugar son preciosas, sus colores nos llenan de sensaciones y el lugar tiene que tener una magia especial...

Besos

Jose dijo...

Hola Luis
Aunque vayas solo, la montaña te arropa y los sonidos del entorno te acompañan.

Excelentes fotos de la ruta...

Un saludo
Jose
TROTASENDES BENICALAP

Gus Planet dijo...

Querido Luis!

Salir a caminar solo (sabiendo que alguien nos espera al regreso!) es un placer inmenso que me suelo regalar y por éso entiendo muy bien tus 'salidas de los miércoles', estar en contacto con ése 'silencio interior' no tiene precio... será que estoy en una época que valoro muchísimo el silencio y la tranquilidad de un espacio en particular...

Mira, justo ésta mañana leí algo relacionado, si me permites, me tomo el atrevimiento de compartir una parte:

"...Tu mundo interior tiene su propio sabor, su propia fragancia, su propia luz. Y es completamente silencioso, inmensamente silencioso, eternamente silencioso. Nunca ha habido ningún ruido y nunca lo habrá. Ninguna palabra puede llegar hasta allí, pero tú sí puedes llegar.

El propio centro de tu ser es el centro de un ciclón. Lo que ocurra a su alrededor no le afecta. Es el silencio eterno: los días vienen y van, los años vienen y van, las épocas llegan y pasan. Las vidas vienen y van, pero el eterno silencio de tu ser permanece siempre igual: la misma música sin sonido, la misma fragancia divina, la misma trascendencia de todo lo mortal, de todo lo momentáneo.

No es tu silencio. Tú eres el silencio.

No es algo que poseas; tú estás poseído por él, y esa es su grandeza. Ni siquiera estás ahí, porque incluso tu presencia sería un estorbo.

El silencio es tan profundo que no hay nadie ahí, ni siquiera tú. Y este silencio te trae verdad, amor y millares de bendiciones más." Osho

¡Qué tengas un buen dia Luis!

Goriot dijo...

Te veo en la fotografía pensativo y satisfecho. Lo cuentas muy bien.
El próximo lunes con un post celebro el cumpleaños de tres años de mi blog, es por lo que, a ti y a todos os invito a tomar un trocito de tarta.
Un abrazo.
Goriot.

Sara dijo...

Sigue Luis, por esos caminos hermosos que nos muestras, para que podamos disfrutar de esos rincones que nos regalas.
Nosotros ayer, en vez de descansar también fuimos al monte, ruta del miércoles y de alta montaña, que yo no esperaba tan dura,y con un calorazo de pleno verano... y hoy estoy que no me tengo, me duelen hasta las pestañas jejeje, pero...mereció la pena todo el esfuerzo.
Abrazotedecisivo Luis y como dices en tu entrada Sigue Luis...vete a todos esos lugares y sigue contándolo y descubriéndonos todos esos parajes de ensueño.
Muacks

MORGANA dijo...

Un millón de besos y gracias.
Hasta siempre.

Jose Manuel Iglesias Riveiro dijo...

Precioso reportaje, es un autentico placer ver tus fotos imaginándose uno que esta haciendo esa ruta, toda una gozada.
Un abrazo.

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Hola Luis.
Que preciosidad de fotografías.
Me encantan los temas rurales.
y como nos vas contando tus andanzas.
dichosas aligasa, si que es verdad, debes tener las piernas llenas de arañazos.
Besos, Mointserrat

L. Gispert dijo...

Gracias, gracias a tod@s, por vuestras hermosas y emotivas palabras. Claro que seguiré, hasta que las piernas me fallen y no creo que den para muchos trotes ya. Pero me motivais, y mucho. Sí amigo Gus, ese silencio que te acompaña siempre me trae -nos trae- amor y millares de bendiciones.

Si, seguiré Sara, para mostraros esos maravillosos parajes. Seguiré tus caminos para gozar contigo y con los demás.

Seguiré... Palabra!!!!

Besos y abrazos,

Luis.

Paco Sales dijo...

Que placer contar con un amigo como tu Luis, las bellezas que nos acercas con tus caminatas por estos bellos lugares no tienen precio amigo mío y además de ilustrarnos fotográficamente nos das unos datos perfectamente detallados de los lugares que visitas, a seguir recorriendo caminos Luis, un gran abrazo para ti

ANRAFERA dijo...

Gracia Luís por acercarnos estos lugares llenos de encanto y belleza a través de tus fotografías.
Un abrazo.
Ramón

Montserrat Sala dijo...

Hola Luís: Otra vez, me parece que con tus fotos estoy en mi terruño de la Baronia de Rial,de donde soy hija. Es el mismo paisaje, con todas o casi todas las masias abandonadas o completamente rehabilitadas, para el turismo rural. Así que aunque no puedas venir, piensa que pisando estos paisajes, es como si estuvieras allí. Recibe un fuerte abrazo.

Rafa Santander dijo...

Bonito blog Luis, ya me he hecho seguidor y veo que tenemos las mismas aficcines la fotografia y los senderos, bonitas imagenes y lugares, nos vemos por aqui. Un saludo

MA dijo...

Muchas gracias amigo Luis por tus bellos textos y tus hermosas imágenes de naturaleza viva, son un regalo para mi entrar a tu blog y ver y leer tus entradas.

Besos de luz y de color.

Feliz fin de semana.
MA.

Arnaldo dijo...

Buscando fotografías para unos amigos del Mas de la Costa he encontrado tu relato sobre un sendero cuyas manos que escriben estas letras mías ayudaron a rehabilitar y abrir, ya que todos los años participo en el Voluntariado Ambiental que tiene base en el Mas de la Costa. De hecho esos atriles, esos postes y esas flechas están hechas por mí, es mi trabajo.

Recorrer estos caminos llenos de historia es transportarse a un mundo ya olvidado, a pesar de que no hace tantos años del abandono de esas masías. De hecho yo aún recuerdo alguna habitada, y no hace tantos años que frecuento esas sierras. Pero si recorrer esos caminos supone volver al pasado, imagina lo que viene a la mente cuando recuperas el camino, perdido años atrás. Cuando antes de tu llegada sólo viven allí las dichosas aliagas, algunas con troncos de 20 cm de diámetro, y cuando partes el camino es practicable, cuando antes de ti nadie puede pasar y sin embargo posteriormente todo el que quiera puede caminar. Cuando quitas la maleza y aparece un suelo empedrado con 500 años de historia olvidado y perdido, que sin embargo ya recupera (casi) todo su esplendor. Cuando tu sudor permite recuperar parte de nuestro pasado que nunca se debió perder (en aquella zona el incendio del 94 hizo estragos), cuando tus heridas (que las hay, dichosas aliagas) permiten recuperar una memoria que jamás debió olvidarse. Es un gozo absoluto, y más si años después de tu esfuerzo se sigue pudiendo pasar. En parte no es el caso del sendero didáctico alrededor del Mas de la Costa, que por desgracia ha caído en un pseudoolvido que impide su mantenimiento, a pesar del esfuerzo que nos supuso recuperar, totalmente a mano sin herramientas eléctricas, todos los rincones por los que pasa. Especialmente duro fue el tramo de la Gronsa, entre la pista y la casa, ya que estaba lleno de aliagas de más de dos metros de altura. Y poner el poste allá abajo no fue tarea fácil...

Me alegra ver que hay gente que lo recorre y que lo difunde, ya que significa que nuestro esfuerzo no fue en vano. Te invito a que recorras más sendas de la zona, como el PR-CV 79 que el año pasado reequipamos en parte, y que estés atento a las noticias futuras sobre la zona, ya que tenemos un proyecto en marcha que va a dar que hablar, aunque por desgracia no puedo decir todavía de qué se trata.

Lo dicho, un saludo y nos vemos por las sierras. Yo no tardaré en volver por allí, desde el mismo instante en que dejo de divisar el Penyagolosa ya lo echo de menos...

L. Gispert dijo...

Hola, Arnaldo, lo explicas muy bien. Hiciste una labor extraordinaria, esa ruta es preciosa, pero hay que mantenerla, e, incluso señalizarla aún más. Disfruté recorriéndola y más cuando hay tanto por ver, teniendo al Penyagolosa al lado.

Advierto palmariamente tu amor por esas tierras, por esa naturaleza viva y hermosa. Y es verdad, el Penyagolosa es todo.

Sgue, así, Arnaldo, porque necesitamos personas como tu que perseveren el patrimonio secular, un patrimonio hecho con sudores y esfuerzo por nuestros antepasados.

Con admiración.

Un abrazo,

Luis.

Arnaldo dijo...

No creas que es sencillo... en el caso de este sendero que hablamos, se hizo con una pequeña aportación de la CAM, el 10% del importe de lo que costaría señalizarlo correctamente (a nivel empresa, quiero decir). Es decir, que bastante es que pudimos hacer algo. En cualquier caso, este sector en la Comunidad Valenciana está HUNDIDO, "gracias" a la Generalitat Valenciana, que ni contrata brigadas forestales de refuerzo, ni aporta dinero para señalizar o reseñalizar senderos, ni participa en gestión alguna al respecto, respaldando a los empresarios que nos dedicamos a esto. Todo desde hace un par de años, puesto que antes sí que sacaban todos los años subvenciones para senderos.