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El Tiempo en Segorbe. Predicción

El Tiempo en Segorbe

jueves, 16 de diciembre de 2010

Las viejas botas (continuación)



Recorrió el pasillo de su casa. Y mientras miraba a sus botas, escuchaba sus pisadas.

-Que bien suenan sobre los azulejos.

Comprobó que su mochila portaba todo lo necesario para la excursión y abandonó su domicilio. Puso su coche en marcha y salió disparado hacia el punto de encuentro con sus amigos.

-Voy a poner música. A ver… ¿Lady Gaga o Shakira?

Y se decidió por Shakira. Y mientras escuchaba la canción de “Loba”, se dirigió a sus botas:

-Vosotras si que sois lobas.

Una hora de viaje y llegó al área de servicio de la autovía, donde se iba congregando el grupo de amigos.

Les saludó, entraron en el bar y uno de ellos se fijó en las botas.

-¡Qué!,  botas nuevas…

-Ya veis, lo mejorcito del mercado. Son perfectas.

-Eso hay que mojarlo, dijo otro.

-A ver, camarero, una ronda de cafés para todos mis amigos.

-¡Que cafés! , y algo más.
-Pues…, a ver esa tarta,  me la llevo. Nos la comeremos en el almuerzo.

-Muy bien. Así se hace.

Al rato emprendieron el viaje. Abandonaron la autovía media hora después y tomaron una carretera secundaria. Las alondras apeonaban por el ramaje de las carrascas. Siguieron por un camino polvoriento, zigzagueante y estrecho. Y en un recodo, al lado de una pimpollada que enmarcaba el paraje de una fuente, aparcaron los coches.

-Vaya, ese cielo se va aborregando de nubes.

-No lloverá, ya veréis.

-Cuidado,  Antonio. Veas no se te caiga la tarta.

Pero Antonio no tenía ojos más que para sus botas. En sus movimientos trataba de fijar la atención de sus amigos.

-Vámonos ya, dijo uno.

Iniciaron la excursión. Cruzaron un arroyo con las choperas envalentonadas y siguieron por un sendero entre dos murallas de carrascas que abrían sus espadañas briosamente.

-Cuidado, Antonio, con la tarta.

La llevaba en la mano, ya que en su mochila, tan pequeña, no cabía. Se oyó el retumbo de un trueno.

-Vaya, lluvia vamos a tener pronto.

El cielo era un toldo plomizo. Los nubarrones se cernían por la cercana sierra.

-Igual escampa y la tormenta se va por otro lado.

Siguieron ascendiendo por el sendero. El terreno se endurecía a medida que iban ganando altura.

-Chicos, esto se pone mal y no respondo de la tarta.

-Pero Antonio ¿no llevas unas botas bien seguras?

En esto acertaba el amigo. Eran las botas ideales para progresar por un suelo pedregoso, entre un torbellino de enervados arbustos y aliagas.

Pasaron  dos cuervos. Volaban como si fueran a un juicio.

-Esos huyen de la tormenta.

El estruendo de otro trueno, ahora más cercano, puso al grupo en alerta.



-


Preparar los chubasqueros, amigos, que esto se pone negro.

Y no era por las calizas, donde algunas parecían tiznadas, como un mal presagio.

Y empezó a llover.

-Cuidado Antonio, con la tarta, que se va a mojar.

-Tranquilos chicos, que la llevo… ¡Aaaaaaaaaaahhh!!!... ¡Qué me caigo!.

Resbaló, resbaló Antonio al pisar una piedra mojada,  y se fue al suelo… Sus manos quisieron proteger  su cara, pero le protegió la… ¡tarta!


-Ja,ja,ja… pero que cara pones de tarta, Antonio. Todo el grupo se reía de él. La tarta se había pegado a su cara como una mascarilla. Y el efecto provocó la hilaridad entre sus amigos.

-Pero que guapo estás con la tarta, Antonio.

-La culpa la tienen estas botas. Que eran muy seguras me dijo el dependiente …¡ja,ja,ja…!

Antonio se reía como un loco. Se descalzó y tiró las botas con todas sus fuerzas.

-¡Ya no os quiero, botas malditas!, exclamó con furor.

Y se fue corriendo sendero abajo.

-Pero,  ¿qué  haces,  Antonio? exclamaron sus amigos. ¡Que vas descalzo!

-¡No las quiero, no las quiero!, repetía una y otra vez.

-¡Vuelve, Antonio, vuelve cabezónnnn!


27 comentarios:

L. Gispert dijo...

Esta es la historieta de Antonio y sus nuevas botas. Pero...

1. ¿Se quedaron las botas en el suelo despreciadas por él o algunos de sus amigos las recogió?

1. ¿Se le pasó el cabreo y volvió?

3. ¿O volvió porque no podía correr protegidos sus pies únicamente con los calcetines?

Que cada un@ saque sus propias conclusiones. Lo que sí digo es que "cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia".

Vivimos de ilusiones y las lucimos como una antorcha encendida.

Gracias por vuestros comentarios.

Espero que este relato os haya gustado.

Besos y abrazos,

Luis.

Angel Corrochano dijo...

A mi me da que todos fueron tras él para intentar recoger los restos de tarta pegada a su cara, ja,ja, ja,ja ... curioso relato Luís.
Un abrazo

fosi dijo...

Todos hemos resbalado alguna vez, pero con una tarta de la mano en una ruta...la cosa seria para una foto.
Me pasare por aqui.
Un saludo.

pepsansII dijo...

Quien nunca haya tenido ilusiones mentida Luis.
Lastima por la tarta, las botas al carajo jejeje.
Una abraçada

MIESFE - 64 dijo...

Hola Luis .
Un relato fascinante intrigante ala vez
Un abrazo

Sara dijo...

jajajaja, que risa he pasado Luis, con esta continuación del relato de las botas...pues si que era cabezón jajajaja...cuando yo me pegué el resbalón gordo en el yordas ojalá se me hubiese llenado la cara de tarta...pero no...me pegué un trompazo que ni se me ocurrió tirar las botas....y bien lo merecieron las condenadas...eso si...las cambié eh!! será que yo también soy un poco cabezona jajajaja.
Muchos besitos Luis y mi abrazotedecisivo, gracias por sacarme estas carcajadas

Pakiba dijo...

Luís me ha encantando el final del relato,lástima no tener una tarta a mano cuando pillas un resbalón.
Yo creo que alguno de sus amigos las recogió y que se le pasó el cabreo y volvió,porque solamente con los calcetines pobrecitos pies!!!!!!!

Abrazos.

ANRAFERA dijo...

Gracias por éste bonito relato. Felicitaciones. Cordial saludo y que tengas unas estupendas fiestas.
FELIZ NAVIDAD y un 2011 de lo más positivo.
Ramón

Julia dijo...

Pues yo voy a ver si los reyes magos me traen una botitas para poder seguir tus senderos, mientras te deseo unas Felices y agradables Navidades
Un abrazo y buen pie para 2011

Rosa Cáceres dijo...

A los diez pasos por terreno pedregoso y sin botas...los pies hechos fosfatina...Volvió, seguro.
Y luego fue a comprarse otra tarta, que de esas "venden"...y los pies heridos los "vendan" y a él tendrían que vendárselos.
Una historia llena de humor.

Un abrazo

L. Gispert dijo...

Hola, AMIG@S:

Me están gustando vuestras ideas, al hilo del relato, sí señor. Ya veremos al final como queda la cosa. Sabes, Rosa, me has hecho sonreir, con las "v" de Valencia: "venden", "vendan".... y..., "volvió"...

Gracias por vuestras gentiles y preciosas visitas.

Besos y abrazos,

Luis.

Jose Manuel Iglesias Riveiro dijo...

Me ha gustado mucho el relato, sencillo, divertido, amable te atrapa.
Creo que has dejado quizas una puerta abierta para continuarlo y rematarlo, ¿es asi?, creo que si, lo espero.

Jesús Castellano dijo...

Yo pienso que se arrepintio de ese pequeño arrebato que le dio y volvio a por sus botas...y con ellas subio a muchas cumbres.

Saludos.

Mª Angeles B. dijo...

Yo creo que por la cuenta que le tiene...regresara a ponerse las botas otra vez o corre el peligro de llegar con los pies destrozados....

Menuda historia! nos tienes enganchados...

Besos

trotasendas dijo...

Sin duda que me a gustado tu relato a ver si tiene continuación y se desvelan esas interesantes incógnitas de las que nos hablabas.Por lo menos se lo a tomado con sentido del humor después de semejante faena jejeje: Un saludo

Abilio Estefanía dijo...

Hola Luis, si es que ya no te puedes fiar ni de las botas y menos cuando las piedras estan mojadas.

Menuda cara se le tuvo que quedar lleno de tarta, pero creo que el cabro no fué por las botas sino por lo ridículo que se sintió delante de sus amigos y claro tuvieron que pagarlo las botas.

Un abrazo
el lio de Abi .weebly
el lio de abi

parkerazul dijo...

Luis me he reido de buena gana. Pero sabes en qué pensaba yo? pues en que la lluvia te lavaría la cara y te quitaría la tarta.
Y oye una cosita, en Chile -me lo contó una mujer chilena- tienen un dicho "te quiero más que a mis zapatos viejos" y de hecho tienen un monumento que representa una bota gastada y vieja.
Así que si aún no has tirado las otras, piénsatelo, quizá aún estés a tiempo. Rectificar es de sabios ¿sí?

Un saludo.

Merche Gallart dijo...

Luis, un relato que me ha encantado por la historia de las botas. Eran nuevas y no controlaba la situación, encima con l tarta por ahi dando vueltas entre camino pedregosos...yo me imaginé que sus amigos acercaban su dedo a la cara de Antonio para comerse los restos. Y el salió huyendo...pero enseguida se apresuró a calzarse de nuevo para proteger sus pies.

Elettra dijo...

Ciao Luis,"Sol brilliant" is the gift that the legendary award-Charade wanted to send me, I'm glad to share it with you, if you want to withdraw it on my blog.

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Hola Luis:

Eran buenos amigos todos. Yo creo que al menos algunos de los amigos irian detrás precupados por el para que no se lastimara.
Las botas serían lo de menos.

Perdona el retraso de mi comentario estos días casi no toco el Ordenador.

Un abrazo, amigo, Montserrat

L. Gispert dijo...

Gracias amig@s por esos abrazos de entusiasmo que son los comentarios. Son fechas que much@s empleais para celebrarlas con la familia, mostrando atenciones, ir de compras, etc.etc. Por eso las visitas son como una especial celebración de alegría y amistad, que irá en aumento a medida que enero avance y el panorama blogístico alcance nuevamente sus cotas normales. "Casi no toco el ordenador", me dice Montserrat. Es normal. Lo que importa ahora son otras cosas ligadas con esta entrañable celebración.

Ser FELICES en todo.

Besos y abrazos,

Luis.

Belkis dijo...

La verdad es que no creo que Antonio pudiera ir muy lejos descalzo. Seguramente volvió a reunirse con sus amigos cuando se le pasó el mal humor y con sus botas en la mano claro esta. Son cosas que pasan y que nos dejan un grato recuerdo. Seguro se estuvieron riendo durante mucho tiempo de la anécdota.
Un abrazo Luis

Olga Ricci dijo...

:) Super simpático tu relato. Pero tambien en cierto modo, profundo. A veces idealizamos algo, pero asi es la vida...y de sueños e ilusiones se adorna. Antonio se comportó como un niño, jajajaaaa Seguro volvió por las botas...
Gracias Luis por el lindo momento que compartes con tu texto.
Saludos!!

L. Gispert dijo...

El orgullo, el ridículo, la ilusión... Todo se conjugó en la mente de antonio. Y se desbordó.... Sí, se comportó como un chi

L. Gispert dijo...

El orgullo, el ridículo, la ilusión... Todo se conjugó en la mente de Antonio. Y se desbordó.... Sí, se comportó como un chiquillo... y el sendero le devolvió con sus amigos. Avergonzado, muy avergonzado, contraído... Los abrazos, las palabras de ánimo y algunos trozos de tarta que seguían orlando su rostro, le devolvieron la sonrisa, aunque un tanto tímida. Recobró el ánimo cuando un amigo le trajo las botas. Las miró, las cogió con mimo y... ¡se las puso!.

Aplausos!!! y el camino siguieron...

Dos meses más tarde Antonio conquistó el Aneto, llevando las mismas botas, claro.

Besos y abrazos a todos,

Luis.

Princesa115 dijo...

Buen final Luis, me has hecho reír a carcajadas, jajaj.
Según iba leyendo pensaba que esas botas al final iban a ser dolorosas para sus pies, quizás porque los míos son delicados.
Pues yo volvería por ellos pues eso de ir descalzo por esas rutas no debe ser nada agradable.
Ahhh y en la próxima parada, pues otra tarta pero esta vez se la comerían allí mismo.
Me encantó y nos haces participar.

Feliz Navidad caminante

Besos

Creuant Muntanyes dijo...

Jejeje, así fué como Antonio pudo comprobar que andar descalzo con el suelo mojado es una gozada.
Saludos!