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El andén de la estación de Granada apareció como recién regado. Así lo vimos al descender del tren. Hacía escasos minutos que un aguacero descargó sobre Granada. Los lavajos retenidos en la calzada de la avenida de la Constitución reflejaban las luces de los focos de los automóviles, y las plantas de los jardines perlaban diminutas gotas de agua, recibiendo a nuestro paso el beso de la humedad.
Pero al día siguiente el cielo amaneció limpio de nubes y emergió el goloso color turquí. Un broche de luz sembró de gracia y poesía los amorosos jardines de la Fuente del Triunfo, con su fantástico repertorio de aguas cristalinas y rumorosas. Así nos saludó esta bella ciudad. Y más jardines, soberbias arboledas y serpenteantes arroyos preludiaron nuestra visita a la Alhambra y al Generalife, subiendo con la caricia de las sombras por la puerta de las Granadas. Y este paraíso granadino, conjunción de maravillas, emblema de Granada, impar embrujo admirado por el mundo entero, nos colmó de belleza, de arte y gozo, abriéndose los corazones al sentimiento y al lirismo.
Y recorrimos la Alhambra, construida por los Reyes Nazaritas, joya de la arquitectura árabe, recreándonos con su profusión decorativa, como los mocárabes, los palacios con sus regios salones y patios, descollando el de los Leones, con sus cuatro arroyos que confluyen en la fuente, que en esta ocasión apareció sin sus populares leones, pues estaban en proceso de restauración.
Entre jardines, pasando por las torres de los Picos y de la Cautiva, visitamos El Generalife, entre perfumes de rosas, acipresados setos y cortejo de fuentes, lagrimeando surtidores de plata entre un delirio de colores, sobresaliendo el espléndido patio de la Acequia con sus pabellones.
Aunque el autobús de la línea 31 te sube al Albaicín, se descubre mejor a pie este núcleo urbano, con el tablero de sus rincones y callejas que evocan el pasado musulmán. Por la carrera del Darro, al pie de la colina de la Alhambra, llegamos al mirador de San Nicolás, un lugar de visita obligada en Granada, acariciado por los besos de las auroras, donde se descubre con sonido de castañuelas una de las más bellas panorámicas de Granada: La gigantesca sierra Nevada, el Generalife, la Alhambra y toda la ciudad, con el Darro y el Genil cantando seculares plegarias.
Desde la calle Calderería, que toma aspecto de zoco, con sus tiendas y sus esencias de aromas intensos, degustamos el típico elemento de la gastronomía granadina: las “tapas”, con la exhibición de sus diversas especialidades, entre cervecitas y una copa de vino. Leímos que “el origen de la tapa se remonta siglos atrás, cuando a los mesoneros de la ciudad se les ocurrió tapar los vasos de las bebidas que ofrecían a sus clientes con un plato con algo de comida, para evitar que entraran insectos en el mismo”.
Estas jornadas granadinas se engalanaron con el arrebatador conjunto de monumentos de gran valor y belleza, modelados con el florón de sus estilos más diversos, entre el columnario y el serial arquitectónico. El punto de partida fue la típica plaza de Bib-Rambla. Así los vimos estos estilos (gótico, renacentista, barroco y neoclásico) en la Catedral, en la Capilla Real (donde descansan los Reyes Católicos), en la basílica y en el museo de San Juan de Dios, y en los monasterios de la Cartuja y San Jerónimo, que conforman la “ruta de los monasterios”, aunque ambos figuran muy distantes, aconsejando tomar el autobús de la línea 8 para visitar el primero.
Lo último que visitamos en Granada fueron el barrio del Realejo, con su plaza del Campo del Príncipe, donde se encuentra “el Cristo de los Favores”, al que los granadinos le tienen una gran devoción, y el Parque de las Ciencias (línea 1), donde disfrutamos contemplando sus pabellones, salas y espacios expositivos del Macroscopio. Era muy visitada por chicos y grandes la sala dedicada al arte de la taxidermia y que nos gustó mucho, viendo detenidamente los 110 grandes mamíferos naturalizados, 80 especímenes conservados y otros elementos entre maquetas, talleres, etc.
Y nada mejor para rematar esta apasionante visita al parque -visita obligada en Granada- que subir a la airosa torre de observación, un excelente mirador orbital de Granada, desde donde se nos brinda en bandeja dilatada los encantos de esta hermosa ciudad, con sus mágicas ascensiones a los barrios blancos, con la grandiosidad y esbeltez de la sierra Nevada, con sus ronda de cumbres: Mulhacén, Veleta, Alcazaba…, con sus brazos abiertos al mar y a los horizontes.
Puerta de la JusticiaPero al día siguiente el cielo amaneció limpio de nubes y emergió el goloso color turquí. Un broche de luz sembró de gracia y poesía los amorosos jardines de la Fuente del Triunfo, con su fantástico repertorio de aguas cristalinas y rumorosas. Así nos saludó esta bella ciudad. Y más jardines, soberbias arboledas y serpenteantes arroyos preludiaron nuestra visita a la Alhambra y al Generalife, subiendo con la caricia de las sombras por la puerta de las Granadas. Y este paraíso granadino, conjunción de maravillas, emblema de Granada, impar embrujo admirado por el mundo entero, nos colmó de belleza, de arte y gozo, abriéndose los corazones al sentimiento y al lirismo.
Y recorrimos la Alhambra, construida por los Reyes Nazaritas, joya de la arquitectura árabe, recreándonos con su profusión decorativa, como los mocárabes, los palacios con sus regios salones y patios, descollando el de los Leones, con sus cuatro arroyos que confluyen en la fuente, que en esta ocasión apareció sin sus populares leones, pues estaban en proceso de restauración.
Entre jardines, pasando por las torres de los Picos y de la Cautiva, visitamos El Generalife, entre perfumes de rosas, acipresados setos y cortejo de fuentes, lagrimeando surtidores de plata entre un delirio de colores, sobresaliendo el espléndido patio de la Acequia con sus pabellones.
Aunque el autobús de la línea 31 te sube al Albaicín, se descubre mejor a pie este núcleo urbano, con el tablero de sus rincones y callejas que evocan el pasado musulmán. Por la carrera del Darro, al pie de la colina de la Alhambra, llegamos al mirador de San Nicolás, un lugar de visita obligada en Granada, acariciado por los besos de las auroras, donde se descubre con sonido de castañuelas una de las más bellas panorámicas de Granada: La gigantesca sierra Nevada, el Generalife, la Alhambra y toda la ciudad, con el Darro y el Genil cantando seculares plegarias.
Desde la calle Calderería, que toma aspecto de zoco, con sus tiendas y sus esencias de aromas intensos, degustamos el típico elemento de la gastronomía granadina: las “tapas”, con la exhibición de sus diversas especialidades, entre cervecitas y una copa de vino. Leímos que “el origen de la tapa se remonta siglos atrás, cuando a los mesoneros de la ciudad se les ocurrió tapar los vasos de las bebidas que ofrecían a sus clientes con un plato con algo de comida, para evitar que entraran insectos en el mismo”.
Estas jornadas granadinas se engalanaron con el arrebatador conjunto de monumentos de gran valor y belleza, modelados con el florón de sus estilos más diversos, entre el columnario y el serial arquitectónico. El punto de partida fue la típica plaza de Bib-Rambla. Así los vimos estos estilos (gótico, renacentista, barroco y neoclásico) en la Catedral, en la Capilla Real (donde descansan los Reyes Católicos), en la basílica y en el museo de San Juan de Dios, y en los monasterios de la Cartuja y San Jerónimo, que conforman la “ruta de los monasterios”, aunque ambos figuran muy distantes, aconsejando tomar el autobús de la línea 8 para visitar el primero.
Lo último que visitamos en Granada fueron el barrio del Realejo, con su plaza del Campo del Príncipe, donde se encuentra “el Cristo de los Favores”, al que los granadinos le tienen una gran devoción, y el Parque de las Ciencias (línea 1), donde disfrutamos contemplando sus pabellones, salas y espacios expositivos del Macroscopio. Era muy visitada por chicos y grandes la sala dedicada al arte de la taxidermia y que nos gustó mucho, viendo detenidamente los 110 grandes mamíferos naturalizados, 80 especímenes conservados y otros elementos entre maquetas, talleres, etc.
Y nada mejor para rematar esta apasionante visita al parque -visita obligada en Granada- que subir a la airosa torre de observación, un excelente mirador orbital de Granada, desde donde se nos brinda en bandeja dilatada los encantos de esta hermosa ciudad, con sus mágicas ascensiones a los barrios blancos, con la grandiosidad y esbeltez de la sierra Nevada, con sus ronda de cumbres: Mulhacén, Veleta, Alcazaba…, con sus brazos abiertos al mar y a los horizontes.
Jardines de los Adarves
Por la calle Real
Por la calle Real
Patio de la Acequia y Pabellón norte
30 comentarios:
No la conozco. Tendré que remediarlo.
Un beso.
"Dale limosna, mujer,
que no hay en la vida nada
como la pena de ser
ciego en Granada."
Así opinaba de Granada Francisco Alarcón.
Maravilloso reportaje grafico y superior en el texto, Luis.
Veo que te empapaste de Granada hasta el tuétano.
Me alegro que te gustara.
Un fuerte abrazo.
Que maravillas de imagenes son preciosas habra que visitar sitios
tan lindo como ese
un beso
MARAVILLA DE REPORTAJE!!! QUE SORPRENDENTE, PORSUPUESTO QUE CONOCIA LA ALHAMBRA, PERO NO TAN EN DETALLES, GRACIAS POR HACÉRMELA CONOCER.
UN BESO DESDE ARGENTINA
Soy granadina, lo has descrito perfectamente, me ha encantado.
En mi niñez, los paseos a la ALHAMBRA eran casi de todos los domingos, jugábamos y corríamos por los jardines sin ningún peligro y la entrada era gratuita.
En la explanada que hay al lado del palacio de Carlos V, había un kiosco en el que vendian agua, azucarillos y aguardiente, el agua sabía a gloria y la repartian en vasos grandes y chatos que pesaban una barbaridad la sacaban de un pozo. No sé si existirá todavía
VIENDO ESTA PRECIOSIDAD ,HE DE DECIRTE QUE EN CUANTO PIUEDA ME VOY A LA ALHAMBRA PERO ¡¡YA!!
MAGNIFICAS FOTOS DE UN LUGAR BELLISIMO.
BESOS.MJ
Hola Luis:
Granada es una ciudad con mucho embrujo y la Alhambra una maravilla que no hay que dejar de visitar.
Yo he estado dos veces, una en un mes de junio, y otra en mayo. La segunda estuve alojada en el hotel Washington Irving que está frente a la entrada. No se ahora, pero entonces el ticket servía para dos dias. Aprovechaba la hora de la siesta para ir a escuchar las fuentes. El Generalife en primavera es un regalo tanto en olores como en colores. Conservo imágenes imborrables y momentos muy gratos en la memoria.
Un abrazo
No soy el más indicado para cantar las excelencias de esta ciudad no sea que se me tache de chauvinista, aún sin ser la mía. Si me quedo con el ramillete de estampas bien vistas y mejor capturadas que recogen el ‘poderio’ de Granada, (basta con ver las fotografías), y que parece que al autor le debió encantar la visita.
Saludos
Jope, menudo reportaje Luis. Las fotos muy chulas, como siempre, pero el texto me has vuelto a sorprender, y mira que a estas alturas no es muy fácil. Magnífico maestro.
No me extrana que a esta ciudad le hayan cantado tantos artistas como el maestro Agustín Lara y su archiconocido Granada, Miguel Rios, Los Puntos, La caja de Pandora o mas recientemente Benito Kamelas.
Un abrazo maestro, sigue sorprendiéndome.
Tengo que volver, tengo que volver, tengo que volver.
no me hagas estoooooo!!!!!
casi muero de un paro cardiaco al ver la alhambra.
Que impresionante y magnifica arquitectura, de verdad que me corroe la envidia! =0p
Que lugar tan hermoso...los jardines una preciosura.
No tengo palabras para expresar lo que estas imagenes y tu explicacion significa para mi.
te envio abrazos y besos. guidate mucho y gracias por mostrarnos estas bellezas.
Aunque he estado tres veces hace mucho tiempo que no caigo por allí. A ver si vamos pronto. Mientras, tus fotos son una buena guía.
Un abrazo.
despues de ver tu fantastico reportaje , lo decidido... tengo que regresar a Granada ya... no recuerdo casi nada.
Muy buen reportaje, gracias por mostrarnos tanta belleza.
Besos
Vaya reportaje , de más de la mitad de lo que nos muestras no me acordaba , era muyyyyyyyyy joven cuando fuí , y me han entrado unas ganas de ir jeje , bueno a todos lados tengo ganas de ir jajajaja.
Besos
Hola Luis, que estupoendo reportaje de Graná.
Ya hace años que no voy por allí, en realidad solo he estado una vez, que pasamos cuatro días y uno estuvimos en Santa Fé de Granada, pueblo hermanado con Briviesca años mas tarde.
Creo que tendria que vivir muchas vidas para poder visitar lugares nuevos y recodar los antiguos.
Como sabes meter el gusanillo ene el cuerpo.
Un fuerte abrazo
Estupendo, extraordinario ,fenomenal magnífico, maravilloso, soberbio, increíble... estos adjetivos son pocos para definir este reportaje, tanto por lo escrito, como por lo descrito y fotografiado.
Hace unos años tuve la suerte de recorrerme la Alhambra con unos amigos, en algunas zonas pude usar la silla de ruedas y en otras los bastones, pero la recorrí entera.
Entiendo que Boabdil llorase.
Un fuerte abrazo.
Miguel
Hola Luis, el rey moro lloro cuando salio de Granada.
Que maravilla dejo a los reyes Catolicos.
Estupendo el reportaje de fotos asi como todo el texto que acompañas, volvere m´´as veces a Granada.
Una abraçada
¡¡¡GRACIAS, GRACIAS!!! A TOD@S POR VUESTROS GENTILES Y MARAVILLOSOS COMENTARIOS.
GRANADA ES QUE TE AVIVA, EMOCIONA, TE ARROPA CON SU ESPECTACULAR ARQUITECTURA, CON SUS JARDINES, CON SUS SINGULARES EDIFICIOS Y MONUMENTOS.
ES UNA CIUDAD PARA PIROPEARLA, PARA ¡VOLVER!.
BESOS Y ABRAZOS.
Aunque he visitado muchisimas veces la alhambra y Granada, ye doy las gracias por haber puesto ante mi vista los lugaros que una vez conocidos no olvidas jamás, tienen belleza, embrujo,arte, atrpan sin mas el alma
Gracias , gracias
Un abrazo
Stella
Estuve hace bastantes años y tengo un recuerdo estupendo de esa ciudad, de la Alpujarra y de todos los rincones de Granada. Para mi una de las ciudades mas hermosas de España, a la que tengo que volver.
Saludos.
Qué maravilla de reportaje
Preciosas las imágenes, llenas del embrujo del lugar y superior el texto
Gracias de nuevo
Besos
Pues no sé cómo nacieron las tapas, pero aquí en Béjar, que son muy típicas, no sé si tendrán la misma leyenda de origen. Más bien creo que surgieron para acompañar al vino y que no cayera en estómagos vacíos, y se subiera por arte de magia a la cabeza. Mas que nada por si un trabajador textil se quedaba sin mano al meterla por descuido en una carda.
Bromas a parte, me ha maravillado ese reportaje fotográfico y narrativo que has compartido con todos nosotros. Enhorabuena.
Un beso
Amigo Luis, si usara sombrero me lo quitaba..., ante esta poética y amorosa descripción de la grande Granada. Este verano hemos disfrutado y apurado hasta la última hora de Granada durante una semana y ahora con la belleza y plasticidad de tus fotografías unidos a la poética y sentida emoción que describes se cierra el círculo.
Enhorabuena, una vez más. Sigue así.
Recibe un fuerte abrazo.
Juan J. Carrasco
Granada es una de las ciudades de mis amores, la he visitado muchas veces y de cada vez guardo un recuerdo delicioso. Espero que recordaras saludar al darro de mi parte...
Tu reportaje me ha hecho regresar a Granada, sé que en cierta forma estuve allí ¿verdad?
¡Cómo se nota que eres un avezado escritor turístico!
Amig@s, gracias por vuestros comentarios.
--Soy yo, Juan José, el que me tengo que quitar el sombrero ante vuestras gentiles palabras.
--Rosa, pasamos repetidas veces por el Darro. Desde la plaza Nueva representaba un plácido paseo para nosotros, a pesar del tráfico, y me acordé de ti y lo saludé de tu parte. Bueno estabas conmigo con tu "Aura".
Besos y abrazos.
Un reportaje impresionante.
Saludos
Qué maravilla de paseo nos has regalado y qué ganas tengo de volver a ver mi ciudad. Todo lo que decribes se ajusta totalmente a la realidad, pero no hay nada como vivirlo en persona. Yo estoy enamorado de mi ciudad y me cuesta separarme de ella horrores, pero el trabajo es el trabajo. Me ha encantado y te invito a que vuelvas siempre que quieras así como a todo aquel que quiera perderse en sus magníficos lugares mágicos. El pozo que hay en la explanada de la Alcazaba de la Alhambra ya no sirve ese agua, es una pena porque nunca la probé pero siempre se dijo que era la mejor agua de la zona.
Un saludo y hasta pronto.
Hola! Soy Mercedes la monitora del Parque. LAs fotos son increibles! me gusta mucho el blog, lo agregaré a mi lista.
Ya te iré comentando por aqui.
Nos leemos pronto!
Un abrazo,
Merche
--Gracias, Ricardo.
--Gracias, Granargaceño. Quedé impresionado de tu ciudad ¡Qué maravilla!. La defines muy bien, tú que la conoces como nadie. Es mágica. Y tengo que volver para repetir las visitas, los tapeos, los paseos.... Todo es maravilloso en Granada.
Un abrazo.
--Que alegría me das, Merche. Nos hemos acordado mucho de ti, de tu amabilidad. Me encantó nuestro encuentro. Y me alegra mucho que te haya gustado el blog. Seguiré también tu trabajo con verdadero placer.
Besos.
Todo es Maravilloso,
poder conocer es una bendición...
un beso
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