Me
gusta escribir. Esta ocupación ya la conocen mis amigos y lectores. La tengo
desde hace casi 40 años. Siempre llevo consigo un bloc de notas y un boli.
Cuando me dijeron hace trece años que tenía cáncer, me encontraba en una etapa
de mi vida literaria exenta de proyectos. Había fallecido mi editor y mis
ocupaciones y distracciones se limitaban a salir a la montaña con mis amigos,
el trabajo y la familia.
Después
de seis meses de pruebas, terapias, tratamientos, turbaciones y reflejos de
ansiedad, tenía que poner yo mi parte en esa batalla que los médicos libraban
para combatir mi enfermedad.
Tenía
que deslizarme con seguridad por ese tobogán que produce el desasosiego, el malestar y la desmotivación. Tenía que
dejar a los médicos que hicieran su trabajo. Pero también tenía que desempeñar
con energía el mío. Sobre todo crear en mi mente un jardín de motivaciones, de
estímulos positivos.
Necesariamente
tenía que vivir. Y si lograba seguir ese camino, lo tenía que hacer con
dignidad y equilibrio.
Necesitaba,
pues, seguir escribiendo, para dar trabajo positivo a mi mente. Un año antes, la Concejalía de Cultura del
Ayuntamiento de Segorbe me editó un libro. Su título “Por las orillas del
Palancia”.
“Entre desahogos de sol y sombra el caminante
inicia una nueva etapa por el paisaje literario que le transmite el Palancia….”
Pensaba,
ya en el 2002, que la literatura se alejaría paulatinamente de mis
motivaciones. Pero que la necesitaba. Que tenía que ser una actividad que
volviera a renacer, a cultivarla. Pero…¿cómo?
Por
ese tiempo el senderismo se fue extendiendo por tierras valencianas. La
literatura de montaña fue creciendo. Algunos autores, buenos amigos míos, iban
enseñando con sus libros los parajes,
montañas y paisajes nuestros, como Rafa Cebrián y José Manuel Almerich.
Impregnando de contenido cultural las rutas, para que al recorrerlas a pie o en
bicicleta, enriqueciera no solo el sano vínculo de la amistad, sino para
conocer más profundamente nuestro patrimonio natural y cultural.
Yo
quería hacer lo mismo. Caminar por mi comarca, describir sus rutas,
innumerables y de una gran calidad excursionista. Hablé nuevamente con el Ayuntamiento
de Segorbe. La Concejalía
de Cultura apoyó mi proyecto. Y hoy, al igual que entonces, siento una enorme
gratitud hacia Paco Tortajada, al igual que al alcalde, Rafael Calvo, porque
editar ese libro -más tarde vendrían dos
más- supuso para mi estar entregado a una ocupación que me libraba de hacer
transitar mi mente por falsos caminos, contribuyendo a aislarme de mi enfermedad -ya
tenía a los doctores que se ocupaban de ella- y vivir los días y los años
entregado a la literatura, desarrollando facultades que nacen de la necesidad
de contemplar el sol cada día, de sentirte
querido por tu familia, de notar la presencia del amigo con su abrazo
sincero y emocionarte, por el apoyo que
tuve y voy teniendo.
Somos
las personas capaces de afrontar situaciones difíciles. Pues poseemos una carga
de capacidades físicas, mentales y espirituales muy grande.
Hoy
sigo con tratamientos. Pero vivo. Y lo hago con toda la normalidad que puedo.
Los traumas quedaron muchos años atrás. Voy evolucionando. Tengo energía para
todo. Estoy adaptado. Procuro que esta vida sea sencilla, pero queriendo,
amando aquello que me hace feliz. Y ahí esta presente mi pasión montañera. Y
seguir escribiendo.
Hace
poco se publicó mi último libro “Fiestas del Alto Palancia”. Gracias a la Editorial Antinea
de Vinarós. Y otro libro surgirá cuando este año vuelvan a caer las hojas de
los árboles, formando rizos dorados en su viaje hacia la tierra.
Hay
que abrazar siempre lo que hacemos hoy. Seguir la meta. El objetivo. Y
alegrarnos cuando, afrontando dificultades, arribas a la cumbre soñada, esa
cumbre que nos da alegría cuando la compartimos juntos, cuando ves un mundo más
cerca, lleno de luz en todo.
14 comentarios:
Luis, solo decirte adelante y un abrazo muy muy fuerte.
Muchas gracias, Teresa.
Un abrazo.
Me ha gustado mucho esta entrada, ha quedado demostrado que eres un ser fuerte. Y por cierto, también somos muchos los que necesitamos escribir para sobrevivir. Bss.
Muchas gracias, Emejota. Ocupar la mente en algo positivo es coadyuvar con los estimulos necesarios para caminar a gusto, entre alfombras verdes.
Besos.
Te admiro mucho, la vida es hacer todo aquello que nos apasiona. Un abrazo muy fuerte.
Así es Trimbolera. Un abrazo.
¡Qué gran lección de vida contiene este texto! No sabía nada de tu enfermedad y me parece ejemplar la forma en que la afrontas. Eres un amigo, aunque no nos hayamos visto en persona... todavía (porque no lo descarto, si alguna vez visito de nuevo tu maravilloso Segorbe), y espero que tú también me consideres amiga tuya.
Haces bien en escribir, porque lo haces magistralmente. Disfruté tanto con el libro tuyo que leí...
La Literatura es un magnífico refugio, un mundo mágico y especialísimo.
Gracias por este escrito tuyo, no puedes imaginarte cuánto me ha emocionado, positivamente.
Un abrazo sincero
Muchas gracias, Rosa. Yo también te considero una buena amiga. Y espero que algun día nos veamos personalmente. Tus palabras son como rosas encendidas llenas de emoción.
Ya ves, la literatura me está ayudando mucho en esta experiencia. Y la vivo mejor. Y me abrió una puerta, que la considero importante: la confianza. Y con ella al lado, la vida se contempla mejor, está mejor valorada y todo funciona distinto, con un mayor equilibrio. Viviendo el presente, con una mayor conciencia de las cosas.
Gracias, amiga Rosa.
Un abrazo.
Luis, amigo del blog: Eres una persona excepcional y lo sabes mejor que nosotros. Estás dejando un buen legado en tu zona.
Un abrazo.
Goriot.
Gracias, Goriot. Tengo amigos excepcionales: sois vosotros.
Un abrazo.
Que maravilla de entrada Luis, hoy la siento cercana, muuuuucho, más que nunca...ya sabía yo que tú eras un luchador...pero no imaginaba cuanto....llevo una temporada rodeada de malas noticias y duros enfrentamientos, esta semana que entra yo misma recibo resultados de unas pruebas que me tienen nerviosilla...y hoy me has tocado más que nunca la fibra sensible...porque como bien dices...para mi lo único importante es ver amanecer cada día con dignidad, la salud y la de los mios, asomarme a vuestras casitas y andar por el monte, bosques y mares...NADA MÁS...eso es mi máxima felicidad. Vendrán más proyectos Luis, muchos más...entre los mios desde luego está el deseo de poderte dar ese abrazotedecisivo en persona. Que grande eres montañero, escritor, ser humano...que suerte haber encontrado este rinconcito de senderos sin destino.
Buen fin de semana y abrazotedecisivo por supuesto.
Amigo Luis, me has emocionado profundamente hoy, al leerte. Ahora veo más clara ancha y luminosa la cumbre que, día a día en tu poético y amigable caminar, vas alcanzando, amigo. Mi enhorabuena por todo, por tu prosa excelente, por los mágicos senderos que culminas con tus maravillosas fotografías y, sobre todo, por tu grandeza como ser humano, al enfrentarte dignamente, a uno de los más duros avatares que la vida suele deparanos: La enfermedad.
Gracias por tu confianza y cercanía. Un abrazo grande. María
Muchas gracias, María. Ya sabes el valor que tienen tus palabras para mi. Procuro estar al nivel que necesito, aunque a veces, los bajones sirven para no bajar la guardia. Seguiré escribiendo y viviendo de modo sencillo, pues lo importante es estar al lado de los mios, y de mi mujer, de mis nietos hasta que Dios quiera.
Un abrazo también grande para ti.
Luis.
¡Hola Luis! Mucho ánimo y a seguir con tu labor de contarnos y deleitarnos con tus rutas y tus fotos. Sabes que estamos contigo y te seguimos por todos tus senderos y caminos por difíciles que estos sean.
Un abrazo.
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