Va pisando el verano su final. Afilado verano de ardores, de catástrofes naturales. De poco recrear el delirio senderista. El tiempo, por fin, va cobrando un orden nuevo gradualmente. El otoño perfila ya su camino, para retomar de nuevo la profunda apoteosis de su exaltación polícroma.
Flotará el deseo de recorrer nuevos caminos. El aire edificará pedazos de libertad. La luz comenzará a hablar. Aunque la tarde recortará el ímpetu luminoso estival. Saciaremos la sed profunda de la aventura. Los días no se repiten.
Hay que seguir la marcha de la felicidad. Abrir los ojos y refugiarlos en la belleza, libres, como los ríos, como las fuentes, como el halcón peregrino, que rastrea los dorados rastrojos de la alquimia nutricia, como la verdadera amistad, lejos de ser como una moneda de dos caras.
Las historias lejanas no cuentan, para quiénes se aventuran por la seductora estela de nuevos descubrimientos.
8 comentarios:
Que entrada mais romântica e prazerosa de se ler... que o outono lhes traga frescor e aconchego entre o verde e a água natural...
Beijo carinhoso.
Un post bellísimo, lleno de sentimiento.
Un abrazo
La foto parece irreal, es una preciosidad. Todo lo que escribes es una deliciosa poesía.
El tiempo pasa deprisa y de nuevo está por entrar el otoño. Es una estación muy vistosa y romántica, como tu entrada, llena de poesía. Me gusta mucho la primera foto, es una belleza que transmite serenidad. ¡Preciosa!
Un beso,
Margarita
Hola Luis.
Y cada día nos vas descubriendo nuevos senderos.
Y de cada día haces un día bello y nuevo.
Un abrazo desde Xirivella (Valencia), Montserrat
Hola Luis yo también estoy deseando que acabe este funesto verano para que deje paso a una esperanzador otoño. Saludos
Esperando el otoño para ver si con él cambia este verano tan triste y malo que he tenido.
Preciosas fotos.
Hola Luis.
De aquí pocos días entraremos en Otoño, a ver si nos trae un poco de lluvia.
Como siempre tus fotografías preciosas.
Saludos cordiales desde Xirivella (Valencia)
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