El canto del gallo de Beniatjar
escalaba las rocas del Benicadell. Pero también lo hacían las nieblas, que lo
cortejaban con sus sayones cenicientos. La Vall d’Albaida estaba cubierta parcialmente de
nubes. Flotaban con candor, casi con mimo, con lujuriosa estética sobre toda la
llanura, moteada de pueblos.
En ocasiones, el poderoso
cresterío de esta bella montaña se asomaba con todo su esplendor, con sus
múltiples formas corporizadas, escarpadas y puntiagudas.
Cuando salimos del pueblo los
olivos mostraban el perleo cristalino del rocío mañanero, salpicando la dulce
carnosidad de las hojas. Los arbustos estaban empapados de humedad. Parada en
el paraje de Les Fontetes. Sendero y pista. Paisajes que se abrían. Que iban
revistiendo las flotantes nieblas, que armonizaban con implacable ímpetu
juvenil la belleza rústica de la tierra.
Disfrutamos con los paisajes que
nos regalaba el Benicadell, tan majestuoso y altivo. Ganábamos altura por el
bello sendero, con sus zetas, que flanquea las grandes paredes de la cima,
orientadas al norte.
La subida es constante, pero sin
ser pesada. Las nieblas se espesaban aún más. Interpretaban su partitura con
benevolencia hacia nosotros. Nos dejaban entrever, aún con su ritmo pastoso, la
airosa cima y la serpenteante ruta a seguir.
Hacía ella subíamos por el
magnífico sendero, entre un ambiente de notoria serenidad.
Multitud de excursionistas como
nosotros se deleitaban sobre la epidermis rocosa del Benicadell.
Y llegamos al vertiginoso paso
que separa del vértice geodésico. Emoción, buen acomodo de pies y manos en el
avance por las protuberancias del calizo cresterío. Y llegamos a la soberana
cúspide de la montaña. Fotos para el recuerdo. Y... para abajo, bordeando
nuevamente la línea de los precipicios.
El celaje seguía reventando en su
ligera carrera por el Benicadell, por los valles, formando perspectivas
irreales, casi fantásticas.
Cuando llegamos al pueblo el
cielo ya estaba azul y el sol dispersó las últimas bocanadas de las nieblas,
acentuando la imagen poderosa del Benicadell, con todo su decorado calizo, con
su belleza y colorido, tan erguido como espectacular. Sentíamos el gozo de
haber hecho esta colosal montaña. De haberla tocado con nuestras manos. Su
hospitalidad fue enorme.
GALERIA DE IMAGENES DE ESTA PRECIOSA RUTA
10 comentarios:
Precioso reportaje con las montañas cubierta de niebla.
Saludos y abrazos.
La niebla aún resalta más la hermosura de ese paisaje en esas extraordinarios fotos.
Gracias por compartir estas imágenes.
Enhorabuena por haber disfrutado de esta preciosa excursión.
Besos, Montserrat
Unas fotos preciosas!! Hoy hemos subido a la sierra de aquí la pena es que había mucha niebla y no se apreciaba bien el paisaje. cuando está el dia claro, es una maravilla.
Después de un descanso vuelvo por aquí:))
Un beso.
Preciosa de verdad mi estimado Luis, nos cuentas a traves de tus palabras, que son puro sentimiento, y de estas bellas imágenes lo bonito del lugar...nosotros este finde que viene ya saldremos a hacer algo, dspacito y poquito a poco pero ya es necesidad vital la de acercarnos al otoño, a la naturaleza, gracias por adelantármelo y hacerme disfrutar con tus entradas. La anterior también chapó Luis.
Mi abrazotedecisivo amigo
Con esta hermosa galeria de ímagines que nos has puesto y su bella descripción de la ruta, he viajado sentada frente al ordenador, gracias por ello.
Saludos.
Precioso el Benicadell, que toque tan mágico le da la niebla a este tipo de montañas.
Un abrazo.
Impresionantes fotografías, amigo Luis de una excepcional y espectacular ruta.Está en nuestra agenda más próxima subir a esa inigualable cima de espectacular y afilado perfil. Intentaremos emular tu ascenso intentando disfrutar al máximo de ella.
Un abrazo.
Hola Luis
Precioso!!! Quedamos encantados en nuestro paso por el Benicadell, al contrario que tú nos salió un día muy claro y disfrutamos un montón de sus vistas fantásticas, pero con niebla también tiene ese toque diferente que tanto nos gusta...
Las fotos muy guapas!!!
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
Hola Luis, me encanta esta ruta y las fotos con ese poco de niebla que le confiere un punto de misterio y belleza.
Un abrazo
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